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Más de 60 connacionales están varados en la frontera con Peñas Blancas debido a que no cuentan con la prueba de Covid-19, uno de los nuevos requisitos por el Minsa para ingresar al país. LAPRENSA/Captura de video

Más de 60 nicaragüenses en limbo migratorio en Peñas Blancas porque no tienen prueba Covid-19

Gobierno de Nicaragua impide la entrada de más de 60 connacionales que no tienen la prueba de Covid-19, requisito oficial del Minsa para ingresar al país

Más de 60 nicaragüenses se han quedado en un limbo territorial, entre la frontera de Nicaragua con Costa Rica, cerca de Peñas Blancas, ya que su país de origen les exige como requisito de ingreso la presentación de la prueba negativa de Covid-19, establecido por el protocolo emitido por el Ministerio de Salud (Minsa) el martes pasado.

Una de las personas que integra el grupo de varados, que lleva más de 24 horas al sol y al viento, sostiene que hay resguardo policial tanto de Nicaragua -con antimotines- como de Costa Rica, para no permitirles el retorno hacia suelo tico, puesto que ya les dieron salida de ese país y los antimotines les impiden que avancen hacia territorio nacional. La mayoría de ellos no cumplen el requisito impuesto por Nicaragua y a los pocos que supuestamente lo han presentado, tampoco les permitieron el ingreso.

“Nosotros por lo menos mostramos prueba de Covid en digital con nuestros datos y nos dijeron que no la aceptaban. No entendemos”, expresó la fuente. Finalmente, les dijeron que el resultado debe presentarse en físico.

En un video proporcionado se ve al numeroso grupo de personas amontonadas junto a sus maletas, sin distanciamiento social, que es una de las medidas de prevención para frenar los contagios de Covid-19. Varios de los connacionales capeaban el sol con una pequeña toalla, mientras, a ratos, otros protestaban por las condiciones en las que se encontraban, y la negación de permitirles el ingreso a su país.

La fuente señala que la población varada en la frontera no tiene dónde hacerse una prueba de Covid-19. Ellos les dijeron a las autoridades que permitan que se las hagan ahí, pero estas dijeron que era un decreto, nada más. Mientras, la población sigue a la intemperie.

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + se pronunció sobre el caso de los varados y alertó sobre las pésimas condiciones en las que se encuentran. “Exigimos al Estado de Nicaragua que cumpla y respete el derecho de los nicaragüenses de ingresar a su país”, expresó.

El martes 14 de julio, el Ministerio de Salud (Minsa) publicó casi al mismo tiempo del reinicio de operaciones del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, un protocolo para los viajeros que quieran ingresar al país. Solicita que muestren el resultado negativo de la prueba PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), que deberá ser realizada en un periodo no mayor a 72 horas antes de que el ciudadano ingrese al país. Lo que se aplica a los puestos fronterizos terrestres, aéreos y marítimos.

También asegura que los viajeros extranjeros que presenten fiebre o síntomas respiratorios tampoco podrán ingresar al país, pero en el caso de los nicas si, aunque pasarán a resguardo domiciliar y cumplirán con un protocolo establecido.

Lea además: Así es como Centroamérica deja al descubierto la mentira del Minsa sobre los contagios semanales de Covid-19 en Nicaragua 

El epidemiólogo Leonel Argüello había advertido que las medidas impuestas por el Minsa tenían que ser diferenciadas para los nacionales, puesto que muchos de ellos ingresaban al país por tierra, y por ende, cabe preguntarse dónde se podría hacer una persona varada una prueba Covid-19.

Aunque Nicaragua se une al concierto de al menos diez países en el planeta que solicitan la prueba Covid-19 para ingresar a sus territorios, en algunos casos, los mismos gobiernos facilitan hacerles las pruebas a sus visitantes. Sin embargo, aquí Nicaragua la exige como requisito pero no da cuenta siquiera del manejo de las pruebas recibidas como donación, y tampoco apoya a los connacionales, que tras mucho esfuerzo, llegan a las fronteras.

Guatemala

Los correos enviados a la embajada nicaragüense en Guatemala nunca fueron respondidos. Buscaron por semanas que se volvieron meses una oportunidad para que los escucharan, querían que organizaran un viaje humanitario para retornar a su país. Cansados de resultados fallidos, se aventuraron en un bus hacia el puesto fronterizo El Florido, entre la línea que separa Guatemala con Honduras. Los 80 connacionales llegaron con sus maletas y las esperanzas de estar unos kilómetros más cerca de sus hogares el pasado sábado, pero la espera parece hacerse cada día más cruel.

Uno de los varados cuenta que la mañana de este martes recibieron apoyo del pueblo hondureño con agua, comida y medicinas. Llevan cuatro dias escondiéndose del fuerte bajo el follaje de los árboles. Duermen en el concreto de un corredor de una casa y una especie de venta improvisada, como esas que hay donde la gente solo pasa de camino, pero no se instala por días, a como ellos lo han hecho porque no tienen otra opción.

Marlon Caldera, miembro del equipo de apoyo, cuenta que los nicas duermen a la intemperie. La ayuda de productos higiénicos, que tan vitales se han vuelto en pandemia, además de la comida les han llegado por parte de solidarios guatemaltecos y hondureños. La Cruz Roja de Guatemala y varias organizaciones más les han asistido, ya sea en alimentación o revisión médica. Este lunes, las autoridades catrachas enviaron a médicos para que los revisaran, y les extendieron un certificado que todo está bien con ellos, y que no muestran síntomas de Covid-19.

Caldera explica que las autoridades hondureñas no les pueden dar pase hasta que Nicaragua no solicite su tránsito humanitario por ese país. A eso se suma la necesidad de cómo conseguir la realización de las pruebas porque los connacionales no tienen los recursos económicos para pagar por los test, más bien, regresan a su país porque se quedaron sin trabajo en Guatemala. El grupo es numeroso, son 80 almas, entre adultos mayores, niños, tres embarazadas y un joven que debe usar una sonda por un problema de vías urinarias. No saben cuándo podrán viajar, mientras, deben resistir.

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Panamá

De los nicaragüenses que estaban en albergues en Panamá a la espera de su turno para viajar a Nicaragua, un grupo de 73 solicitaron salir voluntariamente del lugar y así se procedió, pero 41 se regresaron y 32 se quedaron varados en la frontera. Al salir del proceso establecido para el retorno entre los tres países-Panamá, Costa Rica y Nicaragua- no han podido transitar, explicó el Servicio Nacional de Migración, Panamá. En total 350 nicas siguen en un refugio y esperan volver al país.

 

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