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Estelí estuvo cerca de dar la sorpresa. LAPRENSA/OSCAR NAVARRETE

Contracrónica: La ola de asaltos se movió a Estelí…A Henry Roa le quedó grande la estafeta de mánager

Terminó el partido y Ramón Flores se fue a gritarle a los jugadores de los Dantos. Era la impotencia de un pelotero que lo había dado todo para luego sentirse asaltado

*Nota: Organizaciones médicas consideran que asistir a estadios aún cuando hay distancia social de al menos dos metros entre los asistentes representa un riesgo de contagio del Covid-19

Terminó el partido y Ramón Flores se fue a gritarle a los jugadores de los Dantos. Era la impotencia de un pelotero que lo había dado todo para luego sentirse asaltado. Aunque la culpa no era de los jugadores rivales, sino de los árbitros. Estelí no perdió en su ley. El séptimo partido estuvo empañado por la decisión arbitral del juez de tercera. Esa ciudad sintió como eran ultrajados en casa. El umpire se equivocó en dos ocasiones: decretando out a Jacksell Mairena y luego echando para atrás la carrera de Bryan Trujillo cuando era válida. En la repetición es imperceptible que Trujillo se adelanta y lo que es aún más curioso (en esa jugada no se usó la repetición) es que el árbitro ni siquiera estaba viendo al corredor, entonces ¿de dónde dedujo que se había adelantado?

Pasando página de la jugada que le costó la eliminación a Estelí. Henry Roa no estuvo a la altura del partido. Es entendible. No era su trabajo ser mánager, sino coach de bateo. Se extraña en el norte a Eloy Morales. En ese séptimo episodio repentinamente no apareció su mejor lanzador: Elías Gutiérrez, grave error. El zurdo jinotegano se había enderezado, solamente tenía 78 lanzamientos en seis entradas. ¿Cansado? No lo creo. Venía a de menos a más mientras Bucardo era explotado, además que el bateo de Estelí le daba un colchón de cuatro carreras.  Después de esa decisión se precipitó con Sheyder García. A pesar que no llegó en su mejor momento, se desequilibró por el error de Obregón, más tarde cedió una base bases por bolas y un golpe. Roa estalló y no le dio la oportunidad de salir del fango. Para él era suficiente. No obstante, la lógica patas arriba de un mánager: saca a su mejor relevista por base por bolas y golpe  y mantiene a Estaban Pérez luego de un doble y un hit que había producido cuatro carreras. Roa quedó con saldo rojo en el manejo de sus lanzadores.

Bryan Trujillo el bateador que no llega a batear. Con bases llenas y dos outs Claudio Hernández estaba descontrolado. Trujillo tenía tres bolas sin strikes y se dedicó a esperar la cuarta mala. ¡Qué estás haciendo muchacho! Hernández le pasó el primero por el centro, le repitió el segundo como si fuera tiro al blanco y el bateador nada que respondía, movía el bate inútilmente esperando la cuarta mala. Terminó ponchado. En ese momento con el juego 8-8 se convirtió en el out del partido.

 Stanley se enredó como un novato. El mánager de los Dantos apostó por Oscar Rayo antes que Junior Téllez, esa decisión es cuestionable pero permitida, sin embargo, el sacrificio de su jugador designado fue un mal cálculo que casi le cuesta el partido. Eso lo obligó a sacar a Junior Téllez  y dejar vulnerable su picheo. Aunque consiguió un gran acierto en el cambio de Mike Loáisiga, quien pegó un doble barre bases y luego el jonrón. El hijo salvó al padre de la guillotina.

Deportes dantos Estelí archivo

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