Cuenta Normal Mailer en el libro En la Cima del Mundo, que Muhammad Alí estaba decepcionado en la segunda pelea contra Sonny Liston porque se preparó para soportar las embestidas de una aplanadora y, a la hora de la pelea, noqueó en tan solo un asalto. “¿Qué es esto?”, se debe de preguntar el mánager del Bóer Ronald Tiffer. Los Dantos perdieron la memoria en el bateo, solamente conectan seis imparables en 18 entradas y anotan cuatro carreras. El Bóer tiene cara de campeón. Poseen un bateo suelto, ya pasaron la prueba descifrando a los mejores lanzadores de la Maquinaria Roja y se olfatea una barrida. La Tribu anda suelta a su antojo: anotan 11 carreras, ligan 20 imparables y aplastan como hormigas a sus rivales.
El picheo del Bóer está sobrado. Parece que los lanzadores de la Tribu están relajados desde el montículo con un puro en la boca y haciendo figuritas con el humo. La noche del viernes Juan Bermúdez solo vivió un momento de presión en el tercer episodio cuando le anotaron la única carrera, a partir de ahí el juego estaba en el bolsillo. Gerald Rojas, Norman St. Claire y Jimmy Bermúdez finalizaron sin sonar las alarmas. Ahora el Bóer tiene descansado para este sábado a Róger Marín y a Braulio Silva como primer relevo.
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Ese pequeño mago llamado Christian Moreno. El muchacho de Ciudad Sandino se ha robado los reflectores con su guante. Su elasticidad, olfato para posicionarse, seguridad en los tiros y el pensamiento anticipado de las acciones provocan augurarle un futuro prometedor. Solo tiene 17 años y está en su segundo año, primero como titular, y el Bóer sin esperar mucho encontró oro en medio del barro cuando fue descartado por las organizaciones de Grandes Ligas por su tamaño. Moreno participó en tres joyas defensiva. En el quinto inning sobre un roletazo de Omar Mendoza, luego en el sexto con un batazo incómodo de Sandy Bermúdez entre el campo corto y tercera: Moreno resolvió de guante de revés y soltó su escopeta. La última intervención generadora de aplausos ocurrió en el séptimo episodio. Esa jugada la completo el movimiento de Williams Vásquez y la recepción en primera de Edgard Montiel. Moreno empieza a mostrar su sombrero.