CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Más que su Juego Perfecto, lo que más me impresionó de Dennis Martínez probablemente sea la voluntad indestructible que lo sostuvo en el máximo nivel durante 23 temporadas.
En un contexto tan exigente como las Grandes Ligas, nadie permanece tanto tiempo si no es productivo. El beisbol es un negocio y sus estándares de calidad son altísimos. Nadie te regala nada.
Y fue la voluntad de llegar a ser alguien la que impulsó a Martínez en el Granada, en la Selección Nacional y luego en las Ligas Menores, hasta subir a la gran carpa y establecerse.
¿Y qué tan bueno fue como big leaguer? Lo suficiente como para sostenerse 23 años ahí arriba, a donde muchos luchan toda la vida para llegar y muy pronto están afuera.
El Juego Perfecto es el pico más alto de su carrera, sin duda, pero el granadino también acumuló una serie de logros que le dan vistosidad a una trayectoria ejemplar dentro y fuera del campo.
Martínez abrió el camino para los nicaragüenses el 14 de septiembre de 1976 y para demostrar que no andaba con bromas ponchó a los tres primeros bateadores que enfrentó y venció a Detroit 9-7.
Mickey Stanley, Bill Freehan y Chuck Scrivener fueron atravesados por strikes de Dennis en su estreno como bigleaguer. Lanzó 5.2 innings de cuatro hits, sin carreras, una base y cinco ponches.
Ganó 14 juegos en su primera temporada completa en 1977. Luego 16 en 1978 y 15 en 1979, año en el que lideró la Liga Americana en juegos completos con 18 e innings lanzados con 292.1, cifras que ya no se ven en estos tiempos.
En 1981 fue líder de la Liga Americana en victorias con 14. Parecía rumbo a 20, pero la huelga lo paró. Steve McCathy de Oakland (14-7 y 2.33), Jack Morris de Detroit (14-7 y 3.05), Pete Vuckovich de Milwaukee (14-4 y 3.55) y Dennis (14-5 y 3.32) fueron los mejores.
Ese año, Dennis pudo ser el único ganador de 15 juegos en todas las Grandes Ligas, pero Tippy Martínez no pudo sostener una ventaja y los Orioles perdieron 5-4. Dennis había lanzado siete ceros ante los Tigres, pero en el octavo se complicó y Tippy llegó a avivar el fuego.
Tom Seaver de los Rojos, también fue el máximo ganador en la Liga Nacional con 14 victorias. Ese año, Dennis recibió votos para el premio Cy Young (fue quinto) y para el Jugador Más Valioso, los dos ganados por Rollie Fingers de Milwaukee.
En 1982 volvió a ganar 16 partidos y lideró un staff que reunió a Jim Palmer (15 victorias), Mike Flanagan (15) y Scott McGregor (14), antes de la etapa difícil por la bebida, que impulsó a los Orioles a cambiarlo a los Expos, donde su carrera logró renacer.
Martínez volvió con fuerza en 1987 ganando 11 juegos, más 15 y 16 en los dos años siguientes, antes de llegar a su esplendor en 1991, su mejor temporada, con 14 victorias, líder en efectividad de la Liga Nacional (2.39), juegos completos (9) y lechadas (5). Ahí tuvo su mejor WAR, 5.3 y con unos Expos que fueron últimos en el Este de la Liga Nacional con 90 derrotas.
Fue a cuatro Juegos de Estrellas, incluyendo tres seguidos en 1990, 1991 y 1992. Regresó en 1995, en su segunda temporada con Cleveland, donde un año antes, había lanzado en el juego inaugural del estadio Jacob Field, en duelo con Randy Johnson de Seattle.
Dennis hizo 11 aperturas de juegos inaugurales, al igual que CC Sabathia, Félix Hernández y Ferguson Jenkins. En la apertura del Jacob Fields, llamado ahora Progressive Field, Martínez lanzó siete innings de tres hits y dos carreras. Quedó sin decisión, al igual que Johnson.
En ese 1995, el 17 de octubre para ser exacto, Dennis superó en gran duelo a Randy Johnson y a los Marineros 4-0 en el sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, garantizando el avance de los Indios a su primera Serie Mundial en 41 años.
Es uno de los diez tiradores con 100 triunfos en cada liga. Y está junto a fieras como Cy Young, Nolan Ryan, Gaylord Perry, Randy Johnson, Ferguson Jenkins, Jim Bunning, Al Orth, Kevin Brown y Pedro Martínez. Dennis tuvo 141 en la Liga Americana y 104 en la Nacional.
Llegó a 100 victorias en la Liga Americana el 5 de junio de 1985 con una blanqueada de un hit 4-0 sobre los Angelinos de California. Y en la Liga Nacional el 28 de septiembre de 1993, al vencer 3-2 a los Marlins. En aquel momento fue el noveno de 100-100. Luego se unió Pedro Martínez.
Nueve veces tiró más de 220 innings, es el primer latino con un Juego Perfecto (1991) y el segundo más ganador (245), solo detrás de Bartolo Colón (247). Lanzó 3,999.2 entradas, es decir, quedó a un out de los 4,000 episodios (solo 40 lo han hecho) y acumuló 30 blanqueadas.
Dennis no pudo ingresar al Salón de la Fama porque posiblemente le faltaron más Juegos de Estrellas (solo consideren que en 1989 tenía 9-1 y 2.83 y no lo llamaron), una campaña de 20 triunfos (aunque nueve veces ganó al menos 14 juegos) y quizá algún premio.
Sin embargo, Martínez está en el Salón de la Fama del beisbol canadiense, en el Salón de la Fama del beisbol latinoamericano, ubicado en La Romana, República Dominicana, y en el Salón de la Fama de los Orioles, como constancia del impacto que tuvo en distintas etapas de su carrera.
Colgó sus spikes con balance de 245-193 y 3.70 en los 3,999.2 innings. Está en el puesto 54 entre los más ganadores de la historia. En el puesto 41 en más episodios laborados. Logró 2,149 ponches y se ubica como 70 entre los más ponchadores de todos los tiempos.
Un Dennis Martínez que lideró rotaciones de abridores en Baltimore, Montreal y Cleveland, no tiene retadores como el mejor pelotero nacido en Nicaragua. Ahí no hay nada que discutir.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR