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Las comunidades del Territorio Wangki Maya están expuesto a una crisis sanitaria doble, por el Covid-19 e inundaciones, además de la falta de alimentos. LA PRENSA/CORTESÍA/CEJUDHCAN

SOS por crisis alimentaria: Comunidades indígenas de Waspam pierden sus cultivos por inundaciones

14 comunidades del territorio Wangki Maya, en Caribe Norte, perdieron todo sus cultivos de arroz, musáceas, tubérculos y maíz, la principal fuente de subsistencia de las familias indígenas

Las comunidades indígenas del territorio Wangki Maya, municipio de Waspam, Caribe Norte, han enviado un SOS sobre la situación crítica que están viviendo: han perdido todas sus cosechas debido a las inundaciones por las lluvias de la última semana en la región. Esto significa que la población se ha quedado sin alimentos para el resto del año y que se recrudecería la crisis alimentaria en un lugar donde impera la pobreza y el acceso a los servicios básicos es nula.

De las 23 comunidades que tiene el territorio Wangki Maya, 14 están anegadas. El nivel del agua es tan alto que los niños se vieron en la necesidad de subir a los árboles para protegerse, comparte Juana Bilbano, directora del Centro por la Justicia y Derechos de la Costa Atlántica (Cejudhcan). “Es por la naturaleza del territorio y de esas comunidades que es un poco bajo, por eso se le conoce como Río Coco Abajo”, dice, en relación a su ubicación casi a nivel del mar.

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Las fuertes lluvias, provocadas por las ondas tropicales 28 y 29, arrasaron con todos los cultivos de arroz, musáceas, tubérculos y maíz, la principal fuente de alimento para estas familias indígenas que practican al agricultura para autoconsumo. Por si esto fuera poco, un tornado registrado el 14 de agosto en esa zona terminó de agravar la situación de las 14 comunidades y afectó a otras nueve, donde sufrieron daños considerables en las plantaciones de arroz, yuca, plátanos, entre otros cultivo menores.

Parte de la plantación afectada por las lluvias registradas en la última semana en la Costa Caribe Norte. LA PRENSA/CORTESÍA/CEJUDHCAN

“Tenemos comunicación, yo hice algunas entrevistas con las autoridades (de las comunidades) y nos mandaron fotografías para visibilizar su situación ya que las instancias nacionales como la Alcaldía e instituciones del Estado no hablan de eso”, expresa Bilbano. Ni el gobierno regional ni central se han pronunciado sobre la situación, respuesta o soluciones inmediatas para estas familias que en medio del olvido, deben enfrentarse también a la pandemia, las inundaciones y ahora al hambre.

Las 14 comunidades de Río Coco Abajo tenían una siembra aproximada de 1,140 hectáreas de arroz, que en su mayoría fueron afectadas. Unas totalmente sumergidas, otras plantaciones se encuentran enterradas en el lodo, explica la representante de Cejudhcan, y las pocas en pie no son aptas para consumo humano.

“Llamamos a las organizaciones, no solo a las instituciones Estado, a apoyar a estas comunidades porque quedaron sin alimentos, sin medicamentos y ni siquiera van a la escuela, así que hay que buscar la manera de apoyar durante el año, y que los gobiernos regionales asuman su responsabilidad”, declara Bilbano.

Comunidades en extrema pobreza

Bilbano manifiesta que si bien las lluvias provocan cada año inundaciones, esta vez la situación empeora por el acecho del Covid-19 y porque las comunidades no cuentan con agua limpia para cumplir las medias sanitarias. El río Coco está contaminado con cianuro por las actividades del oro, mientras que el río Wawa es una canal de tránsito que conecta con Rosita o Puerto Cabezas, explica.

“Ellos consumen del río Coco, creo que todo mundo lo saben, ellos cocinan de ahí, comen y se bañan ahí, son comunidades de extrema pobreza (…) en esas condiciones están y nadie dice nada”, declara Bilbano.

Según estadísticas de Cejudhcan, el municipio de Waspam tiene una población total es de 56,755 habitantes de los cuales el 49.53% de hombres y el 50.46% son mujeres. El 85.1% de los habitantes viven en el sector rural y el 14.9% lo hace en la cabecera municipal. El municipio posee uno de los mayores indicadores de pobreza a nivel de la Costa Caribe Norte, ya que el 67.1% de la población vive en pobreza extrema, un 25.8% son pobres no extremos y un 7.1%  son no pobres.

“Estas 14 comunidades no sufren de la invasión de los colonos pero sí de la pobreza, la falta de salud, educación y principalmente de la crisis alimentaria”, lamenta Bilbano.

LA PRENSA/CORTESÍA/CEJUDHCAN

Covid-19 acecha

La directora del organismo señala que aunque no se hable entre esas comunidades sobre el Covid-19, el virus ha tocado sus puertas, reportando dos muertos con síntomas sospechosas de esta enfermedad. Para la defensora de los derechos humanos de pueblos indígenas, el gran problema es que las personas “miran como un tabú” este tema.

“Por la misma cosmovisión es tabú (el Covid-19), ellos creen más en enfermedades de hechicería, aún no creen lo del coronavirus porque no tienen información, no hay señal de radio comunitaria porque lo que ellos oyen son de la Mosquitia hondureña, pero como es tabú el coronavirus para ellos, piensan que los muertos son muertos naturales”, explica Bilbano.

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Según el monitoreo de Cejudhcan, los dos muertos que se reportan en esas comunidades se atribuyen al Covid-19 porque las personas presentaron síntomas característicos como pérdida del olfato. El organismo también registra cinco muertos sospechosos por esta enfermedad en la comunidad de San Jerónimo pero la gente prefiere callar sobre el tema.

“Ahora que queremos hablar sobre eso, la familia no quiere decir que murió de Covid, más bien quiere decir que alguien le hizo mal, es un tema delicado porque estamos hablando de pueblos indígenas, sus creencias son muy fuertes, y también el Gobierno que aprovecha eso para no registrar y decir que no murieron de coronavirus”, enfatiza.

Bilbano destaca que el problema de siempre en las comunidades indígenas es la escasez de medicamentos y falta de puestos de salud. Actualmente los comunitarios se tratan el Covid-19, como las otras enfermedades que padecen, con medicinas naturales.

“Nosotros como centro estamos buscando la manera de cómo apoyar a estas comunidades (…) para nosotros sería muy bueno si hay otras organizaciones que quieran apoyar a Cejudhcan, sería bienvenido”, anima Bilbano.

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