Monseñor Pablo Schmitz Simon, administrador apostólico de la Diócesis de Siuna, manifestó a LA PRENSA que la ayuda recaudada por la Iglesia Católica para los damnificados del Caribe Norte de Nicaragua tras el paso de los huracanes Eta y Iota, ha sido muy grande. Sin embargo, comentó que lo recolectado es apenas el inicio para responder a las innumerables necesidades que atraviesan las familias caribeñas.
“Nos queda más que agradecer a todos los que donaron dentro y fuera del país y aquellos que siguen ayudándonos, porque vemos que la respuesta ha sido muy grande y generosa. El desastre ha sido tan grande que hay tantas cosas que necesita la gente, desde alimentación y un techo donde vivir. Lo que se ha recolectado es solo un principio, pero faltaba y va a faltar mucho, por eso el pueblo caribeño va a necesitar más ayuda”, explicó el religioso.
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La Arquidiócesis de Managua informó a través de una nota de prensa que se recolectó más de 1.4 millones de córdobas y unos 61 mil dólares que fueron entregados el pasado jueves a la Diócesis de Siuna representada por monseñor Schmitz. En el comunicado se explica también que las personas que hicieron sus aportes después del 26 de noviembre están siendo gestionadas y la ayuda se hará llegar el próximo dos de diciembre. La colecta se realizó el pasado domingo 22 de noviembre, como parte de la solemnidad de Cristo Rey en las 115 parroquias que la conforman.
Sobre la distribución de lo recibido, Schmitz comentó que no se puede precisar por ahora en qué se gastará el fondo debido a que las realidades son muy difíciles y diferentes. Agregó que aún hay personas que siguen donando en las otras diócesis que habilitaron sus cuentas bancarias para los damnificados y que en su debido momento se brindará un informe detallado.
“En estos momentos, no nos hemos sentado a consensuar cuánto ha llegado de los diferentes lugares, nosotros estamos respondiendo a las necesidades en tiempo real. Hay muchas familias que necesitan retornar a sus comunidades donde aún hay árboles caídos que les obstaculizan transitar, sabemos que hay hambre, no tienen donde dormir, perdieron todo sus enseres, niños que necesitan leche”, especificó Schmitz.
“La prioridad es la sobrevivencia”
En medio del panorama incierto que atraviesan cientos de familias en el Caribe Norte, Monseñor Schmitz sostiene que los estragos del huracán Iota — categoría 4 — destruyeron las pocas esperanzas que tenían sus comunitarios con sus siembras.
“Esta gente va a necesitar ayuda para sobrevivir, las inundaciones destruyeron sus cosechas, las esperanzas que tenían por cosechar su arroz, yuca, quequisque y frijoles. La prioridad en estos momentos es la sobrevivencia de las familias y requerirán de mucha ayuda, porque ahora es imposible sembrar para recuperarse porque los suelos están saturados, los ríos contaminados, esta gente va a necesitar ayuda para sobrevivir”, insistió el jerarca.
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Además, recalcó que si bien es cierto el Gobierno de Daniel Ortega ha enviado ayuda a las personas de Bilwi, existen muchas familias que ni siquiera han recibido agua y comida por las zonas en las que están o por tratarse de albergues no oficiales. “Hemos tenido que ayudar a estas personas que no han recibido nada, nosotros los asistimos. Hay tantas necesidades que son muy variables en muchos lugares, por ejemplo, hay familias que quedaron sin ropa, enseres, otras sin casas, cultivos, se necesita ayudar”, remarcó el religioso.
Monseñor llamó a continuar donando con lo que cada quien disponga para responder y ayudar a los afectados. La Diócesis de Siuna mantiene habilitada las cuentas Bancentro Lafise en córdobas 106005383 y en dólares 106203261.