El rostro de un extraño color amarillo, y en la cabeza su boina roja de paracaidista, Chávez surge por encima de un sol de llamas como pétalos, dentro del que se enrosca una serpiente emplumada de vivos colores.

Columna del día
El rostro de un extraño color amarillo, y en la cabeza su boina roja de paracaidista, Chávez surge por encima de un sol de llamas como pétalos, dentro del que se enrosca una serpiente emplumada de vivos colores.
La señora (o señorita) Melba Ruth Reyes Muñoz me escribió lo siguiente: “Me encanta leer su columna de mitología griega. Me gustaría conocer también sobre Odín o Thor. Siempre he escuchado esos nombres, pero no conozco una historia de ellos. Me gustaría que escribiera sobre esto, ya que me gusta la mitología de todo tipo”.
Aunque todos los gobiernos han usado de una y otra forma su poder sobre los empleados públicos para poner masa en sus concentraciones, lo que está haciendo el Frente Sandinista resulta vergonzoso, por decir lo menos. Varios empleados, de diferentes instituciones, cuentan lo mismo: les exigen ir y hasta pasan lista para saber quiénes no llegaron. Fascismo puro. Por lo tanto, resulta bastante tonto estar comparando cuánta gente fue a una y otra marcha para determinar cuál de ellas fue la más importante. Todos sabemos que en una de las marchas no estaban todos los que son y en la otra marcha no eran todos los que estaban.
Después de la marcha del pasado 21 de noviembre en la que el pueblo democrático demostró que no quiere en el Gobierno a un dictador, hay varias cosas en el ambiente que deben tomarse muy en cuenta.
Querida Nicaragua: Luego de haber asistido a la marcha democrática donde en forma cívica, pacífica, pudimos recorrer libremente las calles con el derecho que nos asiste, creímos ingenuamente que el Gobierno se había puesto una flor en el ojal. Creímos que había entrado en razón y comprendido que la voluntad popular no puede ser reprimida por fuerzas de choque a punta de pedradas, morterazos y garrotazos. En el fondo estábamos felicitando al Presidente por el cambio de actitud frente a la oposición.
Cada día es más difícil saber cuándo la migración es voluntaria o forzada, porque hay un factor, el cambio climático, que ya pesa mucho en esa decisión individual de las personas.
Por: Eduardo Enríquez Esta es la segunda semana consecutiva que voy a tocar el tema de la Policía y su jefa, la primera comisionada Aminta Granera. No es que haya tomado el tema de manera “personal”, sino porque creo que siendo esa institución un cuerpo tan importante para nuestra sociedad, debemos de empezar a pensar […]
Esta es la segunda semana consecutiva que voy a tocar el tema de la Policía y su jefa, la primera comisionada Aminta Granera.
Los sindicalistas proclives al actual gobierno, que tienen una carga de corte totalitario y bélico por naturaleza, han venido diciendo que “las calles son del pueblo”. Esto es preocupante, pues coarta la libertad, pero reafirma que realmente todos los nicaragüenses son dueños de las calles. Esta es una concepción netamente sectaria, intimidatoria y real, porque se ha presenciado a ciudadanos heridos, con brazos fracturados, periodistas agredidos, que no los dejan ni siquiera “arrancar” en sus manifestaciones cívicas, pertenecientes a partidos políticos y a la sociedad civil, palabra a la cual temen y atacan, sin darse cuenta que todos somos sociedad civil y nicaragüenses.
De mano en mano se perdió una carreta, dice un dicho, y de boca en boca se perdió la verdad con esto de las marchas. A estas alturas, ya son muchos, periodistas y personalidades, que hablan de lo peligroso que resulta que “coincidan dos marchas de diferente signo político en el mismo espacio y tiempo”. Señores, es que no hay tal coincidencia. Lo que ha habido es un grupo político que se ha dado a la tarea de perseguir la marcha del otro grupo, amenazándola con violencia, para evitar que exista. Los opositores pueden decir que la marcha será el 30 de febrero en los montes Doerfel de la Luna y ahí estará don Gustavo Porras diciendo que ellos también marcharán ese día en ese mismo lugar.
Cada día el Gobierno dictatorial de Daniel Ortega y sus secuaces se encargan de presentar más detalles de lo pernicioso que son para el interés general de la nación, y en particular para el bienestar de cada ciudadano.