LAS VEGAS/AFP
Con 30 años de carrera y más de 100 millones de copias vendidas, el mexicano Juan Gabriel ha quedado grabado en el ADN del público de la canción romántica latinoamericana, que ha sido fiel a este artista provocador de sensualidad ranchera y trajes de charro rosa.
“Él es nuestro gran clásico. Nos gusta mucho el trabajo que ha hecho y lo admiramos”, dijo a la AFP Alfonso André, el baterista de la banda de rock mexicana Jaguares, al referirse al Divo de Juárez, a quien verán como público hoy miércoles cuando la Academia Latina de la Grabación (LARAS) le rinda un tributo en Las Vegas (oeste de Estados Unidos).
“Juan Gabriel tiene y ha tenido una enorme influencia en la música y cultura de nuestro tiempo, y queremos aprovechar esta oportunidad para reconocer a la voz que resuena con fuerza en nuestra comunidad”, dijo Gabriel Abaroa, presidente de LARAS, al anunciar el nombre del artista como Persona del Año 2009.
El cantante de Querida recibirá hoy un homenaje en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas, donde sus éxitos serán cantados por David Bisbal, Franco De Vita, Jas Devael, Shaila Dúrcal, Luis Fonsi, India, Juanes, Nathan Pacheco, Laura Pausini, Playa Limbo, y La Quinta Estación, bajo la conducción de la animadora venezolana Maite Delgado y el cantante español Enrique Iglesias.
El hombre que en los ochenta fue inseparable de la española Rocío Durcal, se hizo famoso por la interpretación de baladas de letras desgarradoras y también por su histrionismo en la tarima, donde sus bailes sensuales, sus ojos delineados con trajes de mariachi rosados repletos de lentejuelas exasperaron muchas veces a los sectores conservadores de la industria del entretenimiento.
Celoso de su privacidad y conocido por su negativa a conceder entrevistas, “Juanga”, como lo conocen en gran parte de América Latina, ha sido durante muchos años el blanco de la prensa sensacionalista que ha reparado en supuestos problemas de salud, dinero y romances.
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