Dos mil 500 soldados del Ejército salvadoreño comenzaron ayer a vigilar las calles de El Salvador, para tratar de frenar la ola de violencia que deja una media de 14 muertes diarias en el país, convirtiéndolo en uno de los más peligrosos del mundo. Enfundados en sus impecables trajes camuflados verde olivo y portando su fusil de asalto estadounidense M-16, los militares fueron desplegados en 19 municipios ubicados en cinco de los 14 departamentos del país con mayores índices de inseguridad, con la única misión de proteger a la ciudadanía, en una labor que durante seis meses realizarán en conjunto con la Policía.
LA PRENSA/AFP/OSCAR RIVERA
Confían en el Ejército
Dos mil 500 soldados del Ejército salvadoreño comenzaron ayer a vigilar las calles de El Salvador, para tratar de frenar la ola de violencia que deja una media de 14 muertes diarias en el país, convirtiéndolo en uno de los más peligrosos del mundo. Enfundados en sus impecables trajes camuflados verde olivo y portando su […]