Por Emiliano Chamorro y Arlen Cerda
La violencia desatada por diferentes sectores políticos y sociales es un tema de mucha preocupación para la Iglesia evangélica, cuyos líderes exhortaron a todos los sectores a cesar estos actos, “antes de que en el país se desate una guerra civil”.
Así lo planteó el pastor general del Ministerio Apostolar Centro Cristiano, Augusto César Marenco, quien también hizo público un pronunciamiento en el que condena la violencia y las declaraciones imprudentes, independientemente de donde vengan.
Una fuente de la Iglesia católica también reveló a LA PRENSA que el próximo lunes los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se reunirán durante tres días, al final de los cuales podrían emitir un comunicado o carta pastoral sobre el aumento de la violencia política, por la cual varios de ellos ya han expresado su preocupación.
Esta reunión de la CEN corresponde a la reunión ordinaria bimensual de los obispos, pero es también la última que tendrán en el año.
El líder evangélico Augusto César Marenco explicó que la clase política está perjudicando al país con la imagen de violencia que está dando.
“Condenamos todo acto de violencia y rechazamos toda práctica y declaraciones imprudentes de diversos actores políticos, que incitan a la confrontación y a la intolerancia ante las ideas de los demás, atentando contra la paz social, la democracia y la institucionalidad de la nación”, expresó Marenco.
También exhortó a las autoridades civiles, políticas y militares a hacer un llamado a la calma y, sobre todo “tomar decisiones sensatas y congruentes con sus actos, que no conduzcan a la confrontación social ni ahonden la espiral de violencia entre las diferentes clases políticas y sociales”.
Además pidió a la población que haga valer sus derechos, pero sin violencia, “que obedece a intereses personales más que al interés nacional”.
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