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El Salvador recordará mañana 20 años del asesinato de jesuitas

Los salvadoreños recordarán mañana los 20 años del asesinato de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, durante la guerra civil (1989-1992), con un llamado a que se haga justicia y la distinción póstuma que les otorgará el Gobierno de Mauricio Funes.

San Salvador/ACAN-EFE

Los salvadoreños recordarán mañana los 20 años del asesinato de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, durante la guerra civil (1989-1992), con un llamado a que se haga justicia y la distinción póstuma que les otorgará el Gobierno de Mauricio Funes.

El 16 de noviembre de 1989, cinco días después de que la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, hoy partido de Gobierno) lanzó una ofensiva, comandos del Ejército salvadoreño segaron la vida de ocho personas.

Los militares irrumpieron en la Universidad Centroamericana (UCA) con la intención de matar a los jesuitas españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes e Ignacio Martín-Baró.

Las órdenes indicaban que no podían quedar testigos, por lo que, además, fueron asesinados otros dos sacerdotes españoles,Amando López y Juan Ramón Moreno y el salvadoreño Joaquín López, también la trabajadora de la UCA, Julia Elba, y su hija de 16 años, Celina Ramos.

Ellacuría denunció desde la UCA las condiciones de explotación y de miseria de la mayoría campesina del país, compromiso en el que coincidió con el arzobispo de San Salvador, óscar Arnulfo Romero, que también fue asesinado mientras celebraba misa en 1980.

“En estos nombres, que son ocho nombres: seis de los padres y dos de las empleadas que trabajaban con ellos, hay como una visibilización de las víctimas invisibles a las que se le niega la honra y también la justicia”, declaró hoy el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, en una conferencia de prensa.

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Rosa Chávez coincidió con el actual rector de la UCA, el jesuita José María Tojeira, quien aseguró a Acan-Efe que 20 años después del asesinato de los sacerdotes el país experimenta cambios, aunque sufre problemas “muy semejantes” a los de esa época.

“Son 20 años con un cambio grande dentro del país, un nuevo Gobierno, nuevas expectativas de que se reconozca la dignidad de las víctimas”, declaró Tojeira, y vislumbró “nuevas perspectivas” de que se pida perdón públicamente por todas las muertes ocurridas durante la guerra y en las que estuvo involucrado el Estado.

Aunque destacó como un “paso importante” la condecoración José Matías Delgado en Grado de Gran Cruz placa de oro anunciada por el Gobierno, estimó que no puede ser “el único” paso del Gobierno hacia la reparación de las víctimas.

“A nosotros los jesuitas siempre nos han interesado más que se le dé su reconocimiento y su reparación moral a las víctimas más empobrecidas del país, gente víctima de masacres”, sostuvo.

“Se impone un reconocimiento de la verdad y un profundo acto de petición de perdón a la población enumerando causas, dignificando a las víctimas, señalando errores que no deben volverse a repetir”, agregó.

Por los asesinatos de los jesuitas fueron enjuiciados en El Salvador varios militares, pero sólo dos fueron condenados en 1991. Poco tiempo después, en 1993, quedaron en libertad, gracias a la aprobación en el Parlamento de la ley de amnistía.

A finales de 2008, dos organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron en la Audiencia Nacional Española al ex presidente Alfredo Cristiani y 14 miembros del ejército por su presunta implicación en los asesinatos de la UCA. La querella fue admitida y se estudia actualmente.

En este 20 aniversario, la UCA ha organizado una serie de actividades, entre ellas una marcha con faroles celebrada en la noche de este sábado, en las que cientos de hombres, mujeres y niños rindieron tributo a los jesuitas y clamaron por justicia.

“Ha pasado ya mucho tiempo y el pueblo sigue diciendo que está vivo”, declaró a Acan-Efe Sonia Cuestas, quien llegó desde Guatemala.

Otros asistentes, como Carolina, procedente de la ciudad de Zacatecoluca (56 kilómetros al sureste de San Salvador), aprovechó para pedir que se acabe la violencia en el país y las injusticias.

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