De los 341 millones 364 mil córdobas que fueron asignados al Consejo Supremo Electoral (CSE) para el 2010, más de 166 millones 510 mil córdobas serán para servicios personales, o sea el pago de sueldos de cargos permanentes o transitorios, décimo tercer mes, aporte de patronal, compensación por antigüedad, horas extraordinarias y beneficios sociales, entre otros.
- El directivo del Movimiento por Nicaragua (MpN) y ex presidente de Ética y Transparencia, Carlos Tünnermann, aseguró que la ineficiencia del Consejo Supremo Electoral no es un problema de presupuesto, sino de dirección.
Opinó que es increíble que, con un presupuesto tan engordado, el CSE tenga deudas y cobros pendientes.
El analista propuso que la solución a esta ineficiencia del CSE debe ser radical, pues continúa dirigido por los mismos que auspiciaron el fraude cometido en las elecciones municipales del 2008.
“La demanda de dónde están los votos de las municipales sigue vigente y es evidente que estos magistrados no son ninguna garantía para ningún proceso electoral en el futuro, por eso la demanda ciudadana es que estos funcionarios sean separados de sus cargos y se reemplacen por personas honestas, transparentes y eficientes”, reclamó Tünnermann.
El período de los actuales magistrados vence el próximo año, entre el 14 de febrero (a los primeros dos) y el 1 de junio del 2010 (para el resto).
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Estos 166 millones significan el 48.7 por ciento del presupuesto y son por lo menos el 16.6 por ciento menos que lo asignado en el presupuesto del año que está concluyendo, el que superó los 390 millones después de los reajustes presupuestarios que le aumentaron unos 52 millones de córdobas, a pesar del déficit presupuestario.
El director ejecutivo de Ética y Transparencia (EyT), Roberto Courtney, comentó que “con ese presupuesto uno asumiría que el Consejo paga las colillas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que paga a los proveedores, pero la historia te dice que eso no ocurre”.
Efectivamente, a pesar de los 390 millones con los que el CSE contó este año, de los cuales más de 125 millones fueron para servicios personales, en ese Poder sobraron los cobros y reclamos de personal de las delegaciones departamentales que trabajaron en las elecciones nacionales del 2006, y hasta el cobro del viático de alimentación para los trabajadores permanentes.
Además, en octubre pasado el presidente de la Contraloría General de la República (CGR), Guillermo Argüello Poessy, confirmó a LA PRENSA que en ese ente existen tres demandas por los pagos incumplidos del CSE. Una de esas demandas es por un monto de 27 millones de córdobas en concepto de deducciones no enteradas en el Seguro Social y las otras por el cobro en la fabricación de uniformes y suministros de una ferretería.
Courtney agregó que el alto costo del voto per cápita (entre 25 y 30 dólares en una elección general) es también un indicador de ineficiencia, pues sostuvo que “no hay justificación para que uno de los países más pobres de la región tenga las elecciones más caras del continente”.
El director ejecutivo de EyT opinó que ante un presupuesto millonario y un sistema ineficiente, es sencillo que mucha gente concluya que el problema del CSE no está en su presupuesto holgado, menos cuando su magistrado presidente, Roberto Rivas, vive “evidentemente más allá de lo que es su salario según la ley”.
“Es natural que la gente se pregunte o sospeche que hay malos manejos, y seguro eso es algo que está lejos de las preocupaciones del presidente de ese Poder” del Estado, dijo Courtney.
Según el ejecutivo, otro factor contra esa administración sospechosa es el celo de la Contraloría General de la República con la declaración de probidad de Rivas, que recién se negó a entregar a periodistas de LA PRENSA.
Courtney comentó que “si en alguna medida el Consejo podría escudar su ineficiencia, su incapacidad o su corrupción en un argumento de no tener fondos, pues tal vez la gente podría considerar esa causa, pero la realidad de las cosas es muy distinta, pues todos los problemas mencionados ocurren en el contexto de un presupuesto holgado”, y recordó que una muestra de eso es que este año fue una de las instituciones premiadas con aumentos presupuestarios durante las reducciones del presupuesto del año pasado”.
A todo lo anterior se suma que, según la última encuesta de M&R Consultores, el 67.4 por ciento de los nicaragüenses desaprueba el trabajo del CSE y más del 70 por ciento no confía en éste para dirigir elecciones.
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