CORRESPONSAL/MASAYA
El establecimiento de un huerto escolar en el centro educativo Rafaela Herrera, de Masaya, ubicado en la Villa Bosco Monge, es un ejemplo. En menos de dos años, la comunidad educativa ha logrado hacer su aporte al medio ambiente a través del establecimiento de viveros, de árboles forestales y maderables, que luego se han distribuido en las comunidades aledañas.
Para el próximo año los estudiantes se proponen sembrar seis mil árboles, frutales y agroforestales, el establecimiento de una pila de abono orgánico con una producción de diez toneladas, además del programa de concienciación ambiental, para que los jóvenes estudiantes puedan aplicar esta experiencia en sus casas, en vista de que el sesenta por ciento de los muchachos proviene de la zona rural de Masaya.
En la presentación elaborada por el voluntario ambientalista Marcelo Gutiérrez, sobre el éxito obtenido en este año, se informó que se ha rescatado más de un cuarto de manzana de terreno que antes era un basurero y hoy sirve para la siembra de hortalizas, plátano, pipianes y yuca entre otros, para fortalecer la dieta de los estudiantes.
OTRAS ACTIVIDADES
Se han conformado pilas de abono orgánico a través de la selección de la basura, que luego servirá a los cultivos.
“Esto ha sido un reto para nosotros, por cuanto hemos venido realizando adecuaciones curriculares de acuerdo con la realidad de nuestra comunidad a través de mejorar la merienda escolar y sensibilizar a los estudiantes en la protección del medio ambiente”, dijo la directora del centro, Zenelia Mayorga Fajardo.
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