Las cifras oficiales no dan espacio para duda alguna. El 2009 está cerrando con un saldo neto negativo, pese a algunos números favorables como una baja inflación y el moderado crecimiento de los ingresos por turismo. Con una fórmula que se destaca por la caída de remesas familiares, las exportaciones, las importaciones, la inversión extranjera y el crédito, entre otras variables, la economía nacional terminará en retroceso.
Pero ¿qué se debe hacer para el 2010, tanto para evitar un estancamiento o en el mejor de los casos retomar la senda del crecimiento? Las acciones incluyen medidas en el ámbito económico, social y político.
El ex presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Noel Ramírez, habla de lo que el país necesita. Aquí algunas de sus impresiones que compartió con LA PRENSA primero vía correo electrónico y que, posteriormente, amplió en entrevista.
Ramírez no quiere “casarse” con ninguna de las proyecciones de crecimiento económico, pero refiere que en el país el BCN es la única institución con los recursos humanos y financieros para realizar los análisis y, en ese sentido, estimar el posible comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual según el Gobierno registraría un crecimiento del uno por ciento en el 2010, luego de la contracción del uno por ciento este año.
Ramírez sostiene que en la política comercial el país debe seguir apostando por fortalecer sus mercados y echar mano de un futuro Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (UE), cuyas pláticas están congeladas desde junio pasado tras la destitución del entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, por ejemplo.
Siempre se habla de que el país no está creciendo lo suficiente. Se estima que este año la economía se contraerá por primera vez desde 1993. ¿Cuál debe ser el eje de la política económica?
El objetivo es un crecimiento económico sostenible, superior al crecimiento de la población, que preferiblemente sea intensivo en el uso de la mano de obra y con estabilidad de precios, ya que el desempleo y la inflación, costo de la vida creciente, son los peores castigos para el pueblo. Actualmente existen países como la India o Perú que están creciendo a tasas anuales del 10 por ciento. Para nosotros, una meta razonable sería crecer por lo menos a más del 6 por ciento anual. Todos sabemos que nuestro potencial es enorme.
¿Qué tan importante es el manejo adecuado de la política económica y el Estado de Derecho? ¿A su juicio existen algunos presupuestos fundamentales adicionales a la propia política económica?
La mejor política social es aquella política macroeconómica que promueva la inversión privada, nacional y extranjera, grande, mediana o pequeña, ya que sólo así se genera empleo y se combate la pobreza. En el largo plazo no existe alternativa. Para atraer la inversión, Nicaragua debe ser atractiva a esa inversión, ya que nadie está haciendo fila para venir a invertir a Nicaragua. Es fundamental reconocer esta realidad, para ello se necesita que la inversión en Nicaragua sea segura y rentable, de lo contrario no vendrá a Nicaragua en la cantidad y calidad que se necesita. Para ello el Estado debe garantizar el funcionamiento pleno del Estado de Derecho, es decir el respeto a la ley. Se debe garantizar la estabilidad monetaria y un programa de inversión pública sanamente financiado, que sea complementario a la inversión privada y se concentre en las prioridades fundamentales de la educación primaria, salud preventiva e infraestructura que incremente la competitividad de nuestra producción, tanto en el mercado local como en el internacional.
Nicaragua tiene un programa económico con el FMI, muchos dicen que es necesario para la estabilidad macroeconómica. ¿Es válido hablar de recetas?
Los programas económicos están conformados por paquetes de políticas económicas y éstas son la política fiscal, la política monetaria, la política comercial, la política laboral y la política cambiaria. Siempre es conveniente empezar analizando la política fiscal debido al tamaño del sector público en nuestro país y a la influencia que puede llegar a tener en la política monetaria y crediticia. Asimismo, siempre es conveniente concluir con la política cambiaria, ya que ésta no deber ser un objetivo en sí mismo, sino una resultante de las demás políticas económicas, especialmente en una economía como la nuestra, que para crecer necesita exportar cada día más y donde el precio más importante de toda la actividad económica nacional es el precio del dólar en relación al córdoba.
¿Entonces, qué sería lo recomendable en política fiscal?
La política fiscal debe tener como objetivo un estado pequeño, fuerte y facilitador y complementario de las actividades productivas del sector privado. Además debe contribuir al fortalecimiento de la estabilidad monetaria y cambiaria y no ponerla en peligro. Para ello necesitamos que el gasto público sea lo menor posible y que se use con eficiencia y transparencia en las prioridades como educación primaria, salud preventiva e infraestructura que fortalezca la competitividad nacional. De la misma forma, la carga tributaria, es decir la relación de los impuestos al Producto Interno Bruto debe ser lo menor posible. Los impuestos deben ser muy pocos, con tasas bajas, lo más uniformes posibles y con las menores excepciones posibles, es decir que la base tributaria sea lo más amplia posible.
La redistribución de la riqueza siempre debe venir después de la generación de la riqueza y ésta se promueve en primer lugar a través de la promoción de la pequeña empresa y en segundo lugar a través del gasto público bien focalizado y no a través de impuestos excesivos, ya que éstos más bien destruyen la riqueza. Finalmente y como producto de lo anterior, el déficit fiscal también debe ser lo menor posible y, de existir, debe ser financiado, en el caso nuestro que somos un país HIPC (pobre altamente endeudado) con recursos externos concesionales, es decir en condiciones sumamente blandas.
¿Cuál es la recomendación en cuanto a política monetaria y crediticia?
Su objetivo debe ser la estabilidad de los precios y el fortalecimiento de las reservas internacionales. Para ello la liquidez y el crédito deberían crecer, en términos nominales, más o menos al ritmo que va a crecer la producción nominal, es decir la producción real más la inflación esperada. Si crece más, empezamos a perder las reservas internacionales, y si agotamos las reservas, empiezan a subir los precios y se pone en peligro la estabilidad financiera del país. Además el crédito se le debe otorgar sólo a sujetos de crédito y los plazos y condiciones deben ser determinados por el mercado.
A propósito, el próximo año el Gobierno promete que entrará a funcionar el Banco Produzcamos.
Aunque me opuse a estas iniciativas por los resultados del pasado, como el Banco Nacional de Desarrollo (que quebró por malos manejos), se debe ser cuidadoso a la hora de otorgar créditos como dije.
¿Y si hablamos de la política laboral, qué me puede comentar? Se discute actualmente, por ejemplo, el nuevo salario mínimo.
Su objetivo debe ser la generación de empleo en el sector privado. Los salarios mínimos son una conquista fundamental de la clase trabajadora. Sin embargo deben ser consistentes con la realidad nacional, ya que de lo contrario le impide a los desempleados obtener trabajo e incluso puede llegar a provocar un mayor nivel de desempleo. Para una familia es preferible que todos sus miembros que estén capacitados para trabajar, estén trabajando, a que sólo uno de ellos esté trabajando debido a que el costo de generar una nueva plaza de trabajo sea de tal magnitud que desestimule al inversionista a iniciar o expandir su proyecto y así, generar más empleo. Así mismo, en nuestro caso, más temprano que tarde tendremos que enfrentar como una necesidad fundamental la reforma integral del sistema de seguridad social, ya que cada día menos contribuyentes a este sistema están sosteniendo los beneficios, muy bien merecidos, de los ciudadanos que ya le dieron su aporte a Nicaragua. En resumen, en política laboral la prioridad es generar empleo. El empleo de por sí ya dignifica.
La receta es muy simple, pero no siempre es fácil de poner en práctica. Lo fundamental es reconocer que lo principal es crear empleo y que para ello se requiere inversión privada y que para ello Nicaragua necesita ser atractiva a la inversión y para ello se necesita que esta inversión sea rentable y segura en nuestra patria. Asimismo, es necesario que como nación pasemos del péndulo a la brújula. Es decir, que necesitamos que por un buen periodo todos nos encaminemos en esta misma dirección; que exista un acuerdo en lo fundamental, aunque existan diferencias de énfasis, ya que sólo así dejaremos atrás y para siempre el atraso y el subdesarrollo en el que nos hemos mantenido.
2010 cargado de retos sociales, económicos y políticos
La representante del BID en Nicaragua, Mirna Liévano, adelanta que a mediados del próximo año el banco —que este año desembolsó a Nicaragua US$$141.9 millones— realizará “una evaluación para determinar los logros y rezagos” en el área social y económica, al ser consultada sobre el aumento de la pobreza y el desempleo que este año registrará el país, cuya economía enfrentará una contracción por el orden del uno por ciento, según la estimación del Gobierno.
“Creo que el año 2009 fue un año muy complejo y muy difícil, en el que Nicaragua gracias al esfuerzo de todos pudo enfrentar de mejor manera que otros países el impacto de la crisis financiera internacional”, valora el Presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales . Pese los pronósticos adversos, en que coinciden expertos nacionales y extranjeros, Rosales dice que “los resultados que vamos a tener este año no van a ser tan desfavorables” y el 2010 “será mucho mejor”.
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