La senadora opositora colombiana Piedad Córdoba dijo ayer que continuará gestionando la liberación de dos militares, prometida por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) desde abril, pese al pedido de presidente Álvaro Uribe de rescatar a los 24 uniformados en poder de esa guerrilla.
“Vamos a continuar y hemos seguido trabajando. No puedo dar información precisa y detallada sobre el trabajo que se viene haciendo”, declaró Córdoba a la privada radio Caracol.
Córdoba, del opositor partido Liberal Colombiano, a quien las FARC dijo que entregaría a los dos uniformados, señaló que “lo fundamental es buscarle la salida a esta situación que posibilite la liberación de los que se han anunciado”.
- Varias decenas de familiares de colombianos secuestrados se congregaron anoche en la céntrica plaza bogotana de Bolívar para una nueva vigilia en favor de la libertad de los cautivos, dijeron los organizadores de la jornada.
La jornada tiene su parte central en Madrid, donde fue abierta por el periodista colombiano Herbin Hoyos, director del programa “Las Voces del Secuestro”, que se emite cada ocho días, la noche del sábado al amanecer del domingo, por la cadena Caracol Radio.
Unas 1,100 emisoras en los cinco continentes se registraron de manera previa para retransmitir esta jornada internacional, producida por la Cadena SER, de España, y Radio Nederland, de Holanda, además de la cadena colombiana. Más de 750 colombianos permanecen en manos de grupos guerrilleros u organizaciones de la delincuencia común.
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La de Colombia “es una guerra”, subrayó la parlamentaria, pero al mismo tiempo consideró que esta realidad “no es obstáculo para la liberación” de los dos rehenes que los rebeldes tienen previsto entregar junto a los restos mortales de otro cautivo.
“Cuando se den las condiciones (de seguridad), que hasta el momento no están, y que yo creo que no se demoren, se le solicita al Gobierno que pare los operativos”, añadió Córdoba, del opositor Partido Liberal.
URIBE A FAVOR DE RESCATES
El presidente Uribe, en reacción al secuestro y asesinato del gobernador del departamento de Caquetá (sur), Luis Francisco Cuéllar, el pasado martes, atribuido por el Gobierno a las FARC, pidió a las fuerzas militares procurar el rescate de todos los militares en poder de la insurgencia.
A pesar de “rechazar” y “lamentar profundamente” ese hecho, la senadora dijo que no solamente es importante continuar con la liberación, sino continuar con la búsqueda de una salida política y negociada al conflicto.
La senadora también desmintió que los responsables de estas gestiones cuenten ya con el país que pueda facilitar los medios logísticos para la misión humanitaria, que debe ser coordinada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En la misión tendrá presencia una representación de la Iglesia Católica, además del colectivo de intelectuales Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), este último es liderado por la senadora.
Ambas organizaciones cuentan con la autorización del Gobierno y aceptación o exigencia de los rebeldes.
Córdoba se vinculó a este proceso de mediación en 2007, cuando también se involucró el mandatario venezolano Hugo Chávez, antes de que rompiera sus relaciones con Uribe.
El grupo que encabeza Córdoba gestiona la liberación de los uniformados y aboga por una salida negociada con las FARC, la principal guerrilla del país con más 45 años de sangrienta lucha armada.
Las FARC tienen en cautiverio a 24 militares y policías, entre ellos un general.
En abril de este año, la guerrilla anunció la liberación unilateral de dos secuestrados, el sargento Pablo Emilio Moncayo y el soldado profesional Josué Daniel Calvo. También anunció la entrega de los restos del mayor Julián Guevara, fallecido en cautiverio.
MÁS DE 12 AÑOS
Moncayo está en manos rebeldes desde diciembre de 1997, lo que lo hace uno de los dos rehenes con más tiempo de secuestro, en tanto que Calvo, hecho cautivo el pasado abril, es el miembro de la fuerza pública de retención más reciente.
Guevara murió de una aparente enfermedad tropical en 2006, ocho años después de que fuera secuestrado por las FARC, que lo incluyó junto a los otros en una lista de secuestrados con fines de canje por medio millar de insurgentes presos.
A los otros 22 uniformados las FARC proponen canjearlos por unos 500 rebeldes en prisión, a lo que se opone Uribe.
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