Sao Paulo/EFE
Grupos de rescate continúan la búsqueda de víctimas entre las toneladas de barro y lodo que dejó un corrimiento de tierras provocado por las lluvias en Ilha Grande, a 150 kilómetros de Río de Janeiro, donde ya son 26 los cadáveres rescatados.
La Defensa Civil estatal confirmó a Efe que durante el día de hoy, cuando no se han presentado lluvias, los equipos de rescate han recuperado siete cuerpos sin vida, víctimas del alud que arrasó durante la madrugada del pasado viernes la pequeña playa en la que estaba la exclusiva Pousada Sankay.
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- El mandatario de Brasil, “sensibilizado” por la tragedia, según relató a Efe una fuente de la Presidencia, ordenó la movilización del Ministerio de Integración Nacional, que aportará “todos los recursos necesarios en el socorro y en las tareas de normalización”.
El subcomandante de los bomberos, el coronel José Paulo Miranda, declaró a la Agencia Brasil que, además, trabajan en saber “más o menos cuántos habitantes locales habían alojados en cada residencia y cuántos turistas en las casas alquiladas”.
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Si a eso se añade otro deslizamiento de tierra ocurrido en Angra dos Reis, ciudad continental integrada en el mismo municipio que Ilha Grande, el recuento provisional de víctimas dejado por las fuertes e intensas lluvias en la zona alcanza ya los 37, según confirmó a Efe una fuente de los equipos de rescate en la zona.
El recuento, en todo el Estado de Río de Janeiro por las intensas y continuas lluvias caídas desde el miércoles, deja un balance provisional de 54 víctimas y 72 si se cuenta todo Brasil.
CATÁSTROFE EN ISLA
La peor parte, sin duda, se la ha llevado Ilha Grande, una pequeña isla de pescadores, que en los últimos años se ha orientado al turismo con pequeños hoteles al borde de paradisíacas y aisladas playas.
Allí, durante la madrugada en la que todo el país celebraba el fin de año, toneladas de lodo y piedras se despeñaron colina abajo hasta arrasar al menos cinco construcciones en la pequeña playa del Bananal, donde se encontraba la exclusiva Pousada Sankay, la más castigada por la tragedia.
DESLAVE AFECTÓ VARIAS CASAS
El corrimiento afectó, además, al menos a otras cinco de las propiedades del lugar, al norte de la isla, de cara al continente y al pie de una serie de frondosas colinas de unos 200 metros de altura.
Hasta el momento sólo ocho de los cadáveres rescatados de la isla han podido ser identificados, cuatro de una familia de Minas Gerais, tres de otra familia de Sao Paulo y el de la hija de los dueños de la posada, quienes escaparon sin tiempo para despertarla con el lodo a punto de llegar.
Según la Defensa Civil de Angra dos Reis, seis personas heridas han sido evacuadas desde la isla. Una de ellas, una mujer de 42 años madre de dos de las víctimas, se encuentra hospitalizada con fracturas en las vértebras, pero no se teme por su vida.
El comandante de la Marina, Rodolpho Marandino, coordinador de los militares integrados en los equipos de rescate, señaló que son cerca de cinco embarcaciones y 600 militares los que están movilizados en Angra dos Reis, tanto en Ilha Grande como en el continente.
“Facilitamos alimentos para los bomberos de guardia y diversos géneros (comida, productos de higiene y limpieza) para los desabrigados, estamos con apoyo de médicos y enfermeros”, explicó Marandino, citado por la estatal Agencia Brasil.
RESCATE TRABAJA
En la isla, directamente al pie del desastre, trabajan alrededor de 120 personas: militares, bomberos, policías e incluso vecinos voluntarios, que son ayudados en las labores de descombro por maquinaria pesada y perros rastreadores.
A primera hora de la mañana, el gobernador estatal de Río de Janeiro, el opositor Sergio Cabral, visitó la isla, desde donde comentó a los medios desplazados al lugar que acababa de recibir una llamada del Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
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