Este año, el presidente Daniel Ortega debería rendir su tercer informe anual ante el parlamento. Pero de llegar, sería apenas el segundo, ya que en el 2009 no asistió al plenario, contraviniendo lo establecido en el numeral 15 del artículo 150 de la Constitución Política y el numeral 17 del artículo 30 de la Ley Orgánica de la Asamblea Nacional.
Ambos artículos mandan al Presidente a rendir personalmente un informe ante el congreso, o delegar al Vicepresidente, que sería Jaime Morales.
En el 2008 Ortega llegó, dijo que el informe era muy amplio, por lo cual entregó una copia impresa al presidente del parlamento, René Núñez, y luego criticó a la Policía Nacional y nombró a la Primera Dama, Rosario Murillo, “Ministra de la Presidencia de hecho”.
El diputado Enrique Sáenz, del Movimiento Renovador Sandinista, y Javier Vallejo, de la Bancada Democrática Nicaragüense, coincidieron en que el presidente Ortega no tendría “ninguna novedad” para informar.
“Éste es un proyecto dictatorial que tiene unos propósitos definidos y si alguna novedad habría, sería en todo caso alguna patraña”, dijo Sáenz.
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