Lisboa/ Efe
Leyendas del futbol mundial jugaron ayer en el lisboeta Estadio da Luz el Partido Contra la Pobreza que este año destinará el dinero recaudado a la ayuda y reconstrucción de Haití tras el terremoto que sacudió este país.
Un equipo capitaneado por el embajador de buena voluntad de Naciones Unidas, el francés Zinedine Zidane, y entrenado por el holandés Louis Van Gaal, se enfrentó al Benfica All Stars en la séptima edición del Partido contra la Pobreza.
El encuentro, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación Benfica, contó con la asistencia de varios cracks del futbol actual y estrellas ya retiradas.
Zidane volvió a dejar muestras de su calidad y se erigió como el cerebro de su equipo, donde se asoció muy bien con el madridista Kaká, que se retiró pronto del encuentro tras anotar un gol, y con el francés Thierri Henry.
Por su parte, el portugués Luis Figo tuvo una actuación gris, mientras que el barcelonista Dani Alves protagonizó varias internadas por la banda derecha y se tomó el partido con mucha intensidad.
En el equipo del Benfica All Stars, el delantero italiano Miccoli exhibió grandes destellos técnicos y ofreció dos pases de gol a Nuno Gomes, quien estuvo muy activo en el ataque, acompañado por Rui Costa, quien colaboró a mejorar la calidad ofensiva del conjunto.
Ya en la segunda parte, el delantero paraguayo Óscar Cardozo quiso recordar a su compatriota y compañero de selección Salvador Cabañas, tiroteado la madrugada pasada, y mostró una camiseta con el mensaje de “nimo Cabañas” durante el encuentro.
Los noventa minutos reglamentarios se saldaron con un empate a tres entre los amigos de Zidane y el Benfica All Stars, un resultado justo en vista de los méritos de los dos combinados.
El italiano Pierluigi Collina, recién elegido mejor colegiado de todos los tiempos por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Futbol (IFFHS), fue el árbitro del encuentro.
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