El vicepresidente ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Daniel M. Zelikow, se mostró complacido con la gestión financiera del Gobierno de Daniel Ortega, a pesar de que el ex jefe de la División de Estado y Sociedad Civil del Departamento de Desarrollo Sostenible de mismo banco, Edmundo Jarquín, considera que hay “ineficiencia gubernamental” en materia económica.
Zelikow, quien llegó al país ayer y permanecerá hasta el miércoles, aseguró que un reflejo de la aprobación de la gestión económica del Gobierno es que en los últimos dos años esta entidad multilateral ha duplicado sus desembolsos para Nicaragua.
“Uno de los factores que ha hecho duplicar los fondos para Nicaragua ha sido que el Gobierno ha demostrado capacidad de administración y ejecución de los recursos y las prioridades establecidas en cuanto a la reducción de la pobreza. Es muy importante que revisemos cómo el BID pueda seguir apoyando a Nicaragua, existe intereses en ese aspecto”, dijo Zelikow.
Para este año el BID tiene previsto el desembolso de 170.2 millones de dólares, los que serán dirigidos a financiar proyectos de electrificación, medio ambiente, transporte y otros.
“En cuanto a la gobernabilidad, el éxito de la ejecución de los fondos que nosotros proveemos depende siempre de una efectiva administración de los diferentes ministerios e instituciones con los que estamos trabajando”, aseguró.
Durante su estadía por Nicaragua, el alto funcionario del BID conocerá los avances de los proyectos que se ejecutan con fondos del BID.
- El vicepresidente Jaime Morales Carazo salió ayer en defensa del clima de gobernabilidad y de inversión que impera en el país, al afirmar que si no hubiesen esas condiciones, organismos financieros internacionales como el BID no desembolsarían créditos para Nicaragua.
Morales aseguró que el BID está ajeno a los “rumores y vaivenes” de asuntos políticos “localistas y pasajeros”.
“Aquí prevalece la realidad y el pragmatismo y viabilidad de los proyectos”, prosiguió Morales, a quien el Gobierno mantiene aislado de las tomas de decisiones en materia de asuntos económicos trascendentales para el país.
No obstante, Morales difirió con la posición del Grupo de Apoyo Presupuestario que mantiene congelados a Nicaragua cerca de cien millones de dólares a raíz del fraude electoral en noviembre del 2008.
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Tras su arribo a Nicaragua, Zelikow se reunió con el Vicepresidente de la República, Jaime Morales Carazo, y el Ministro de Hacienda, Alberto Guevara, quien no dejaba de elogiar la relación que el Gobierno mantiene con el BID bajo “el respeto”.
Zelikow aseguró que entre las únicas condiciones que evalúa el directorio para aprobar crédito figura analizar las prioridades que el Gobierno da a sus proyectos de combate a la pobreza.
“Cuando vemos que hay un buen proyecto con buenas perspectivas de que se va a utilizar el dinero de manera apropiada, ahí es donde nos gusta apoyar e intervenir”, expresó.
Zelikow señaló que existe interés del BID de ampliar la cartera crediticia a Nicaragua hasta por 300 millones de dólares en los próximos años.
El titular de Hacienda, Alberto Guevara, por su parte, precisó que de los 170.2 millones de dólares aprobados para Nicaragua, 42.5 millones serán para apoyo presupuestario, 30.7 millones para el sector Transporte, 30.5 millones para programas de electrificación sostenible, 10 millones para la actividad turística y 30 millones para proyectos de agua potable en Managua.
Asimismo, se destinarán 10 millones de dólares para programas de cambio climático, 10 millones para modernizar el sistema financiero estatal y 6.5 millones para conexión regional eléctrica, precisó. El año pasado Nicaragua recibió un crédito de 174 millones de dólares provenientes del BID.
“INEFICIENCIA GUBERNAMENTAL”
Por su parte, el ex jefe de la División de Estado y Sociedad Civil del Departamento de Desarrollo Sostenible del BID, Edmundo Jarquín, consideró que el deterioro de la inversión, del crecimiento y del empleo que enfrenta Nicaragua se debe principalmente a la ineficiencia gubernamental y la pérdida de confianza política y jurídica.
En los tres años que lleva Daniel Ortega dirigiendo el país se ha disminuido el poder adquisitivo de los nicaragüenses, pues el salario real pasó de 1,671.3 córdobas en 2006, último año del gobierno anterior, a 1,501.2 córdobas el año pasado, lo cual indica una caída del 10.1 por ciento.
“El motor de crecimiento en cualquier país es la inversión, es decir, la ampliación de la capacidad productiva y de generación de empleos. La inversión privada requiere confianza política y seguridad jurídica, y en Nicaragua —que poco a poco se venía recuperando— Ortega la ha erosionado dramáticamente”, opinó Jarquín vía correo electrónico.
Además, considera que el actual Presidente también está “erosionando” las posibilidades de financiamiento de la comunidad internacional, bilateral y multilateral.
Destacó que en el caso de la cooperación venezolana —que aún se mantiene—, “transita por caminos de corrupción e ineficiencia asombrosos”.
Jarquín considera que si los organismos internacionales multilaterales adoptaran la posición de muchos gobiernos (cero cooperación hasta que revierta el fraude electoral), Ortega tendría que ceder ante las demandas de que restablezca las condiciones políticas y jurídicas de un Estado de Derecho democrático.
“Ortega solamente con la cooperación venezolana no a va ninguna parte”, consideró.
HINCAPIÉ EN LA INVERSIÓN PRIVADA
El ex ministro de Hacienda y Crédito Público, Eduardo Montealegre, recalcó que el crecimiento económico viene principalmente de la inversión privada, y lo que ha hecho el actual Gobierno, dijo, es recargar el peso de la inversión sobre sí mismo, y no permitir que sea el sector privado el que invierta y genere empleos.
“El Gobierno es mal inversionista y la mayoría de los gastos del Gobierno son burocráticos, que no tienen efecto en el crecimiento económico”, dijo.
“Si Ortega insiste en que el crecimiento es en base al gasto en Gobierno, no veo cómo tengamos un crecimiento sostenible”, agregó.
En esto concuerda Jarquín, quien considera que “sin crecimiento no puede haber reducción de la pobreza, y no habrá crecimiento sin inversión privada, y ésta está temerosa y estancada o decayendo”.
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