CORRESPONSAL/ JINOTEGA
El maestro campesino Róger Antonio Castilblanco Zeledón bajó de la recóndita zona de Kaisiwás, montaña adentro de Ayapal, municipio de San José de Bocay, para quejarse de la directora de la Escuela Normal de esta ciudad, Marina Herrera Rugama, quien “no me dejó hacer examen para optar al título, solo porque había renunciado al magisterio”.
Durante cuatro años hizo grandes sacrificios para obtener su título de maestro de educación primaria, con buenas notas. “Vivo lejos, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Jinotega y no es justo que me pase esto, solo por no estar ejerciendo la docencia, cuando la ejercí por más de 10 años”, resaltó Castilblanco.
“Esta actitud de la licenciada Herrera Rugama es violatoria al artículo 116 de la Constitución Política de Nicaragua, que dice que los ciudadanos nicaragüenses tenemos derecho a la educación y la cultura, y que no impone condiciones ni requisitos para ese acceso. Además, en dos ocasiones he hablado con la licenciada Herrera, para tratar que sea flexible, pero ha sido imposible”, afirma el afectado.
Agrega: “No solo a mí me ha ocurrido este problema, sino a otros maestros a quienes hace trabajar y argumenta la licenciada Herrera Rugama que lo que hacemos los maestros no sirve para nada y su trato hacia los maestros es drástico y discriminatorio, afectándonos sicológicamente, a tal punto que los educadores temen hablarle o pedirle un consejo”.
Añadió que “la directora de la Normal carece pedagogía y pregunto cómo pueden poner en estos cargos a personas de este tipo, porque para ser maestro y educador, hay que tener bondad, amor, tolerancia, comprensión, sabiduría, inteligencia, y además, vocación por sobre todas las cosas, a maestros sencillos, como los de nuestro municipio”, dijo.
LO QUE DICE LA ALUDIDA
Por su lado, Herrera Rugama dijo que ella no puede cambiar los reglamentos internos del Ministerio de Educación (Mined). Explicó que Castilblanco está fuera del Mined desde el 2005 y que para optar al título, le dijo que solicitara una plaza de maestro.
Además, hay una tercera fase y podrá hacer su defensa, cuando tenga su plaza. “Él debe estar trabajando para optar al título, por lo menos en el 2008 debió haber estado trabajando, porque los temas que se tratan en la defensa son los que se miran en las aulas de clase y esos son los requisitos, yo no lo he inventado”, dijo Herrera, quien negó el supuesto mal trato del que habla Castilblanco.
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