Y Además
Apropósito de la reciente conmemoración de los aniversarios del nacimiento y la muerte de Rubén Darío, y de la exitosa realización en Granada, Nicaragua, del Festival Internacional de Poesía que se ha convertido ya en un evento de convocatoria y referencia mundial, se me ocurrió escribir algo sobre los panidas.
En ese empeño verifiqué que en el Diccionario (en internet) de la Real Academia Española (RAE), se dice que la palabra panida, derivada “de Pan, dios griego·, se usa en Nicaragua con el significado de “Poeta o descendiente de Pan”.
Busqué en el Diccionario impreso de la misma RAE, ediciones de 1972 y 1992 (las que conservo en mi biblioteca personal), y no encontré allí la palabra panida. Pero sí la hallé en el Pequeño Larousse , edición de 1976, en el cual se dice que panida se refiere a la mitología y significa “descendiente de (el dios) Pan”. Sin embargo el mismo Pequeño Larousse Ilustrado , edición de 2006, omite la palabra panida.
También en el Diccionario de Uso del Español Nicaragüense , del académico nicaragüense de la lengua, doctor Jorge Eduardo Arellano, se omite la palabra panida. Pero sí está incluida en el Diccionario del Español de Nicaragua , del también académico nicaragüense de la lengua, profesor Francisco Arellano Oviedo, el cual, en la entrada correspondiente dice: “panida. (De Pan, dios griego.) m. Poeta, descendiente de Pan”. Y en respaldo cita el profesor Arellano Oviedo una frase del escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado tomada de la novela Margarita está linda la mar , que dice: “Yo también investigo la vida del Panida”, refiriéndose obviamente a Rubén Darío, que para los nicaragüenses es el panida por excelencia.
Pero Pan no era el dios de la poesía ni de los poetas. Las divinidades griegas de la poesía y los poetas eran las Musas: Erato, de la poesía de amor y Calíope, de la poesía épica.
Pan era un dios de los campos, de los pastores y los cazadores, pero también de la naturaleza sexual masculina. Por eso se le ha representado siempre persiguiendo de manera incansable a las hermosas ninfas de los bosques y los ríos.
Según la leyenda más conocida, Pan era hijo de Zeus y de la bella ninfa Calisto que pertenecía al cortejo de Afrodita y era una de sus favoritas. Como castigo por haber tenido amores con Zeus, Calisto fue convertida en osa por la diosa Hera, pero el gran dios del Olimpo trasladó a su amante al cielo, donde la colocó para siempre como una constelación a la que se dio el nombre de Osa Mayor.
Pan nació como un extraño ser, mitad hombre y mitad macho cabrío. Sus cuernos, según el mitólogo y simbologista español Pérez Rioja significaban los rayos del Sol y la fuerza agresiva; en tanto que sus pezuñas representaban la vitalidad de los instintos.
Seguramente a Pan se le asoció también con el arte, particularmente con la música y la poesía, porque se le atribuye haber creado la flauta dulce, también llamada siringa y flauta de Pan.
Cuenta la leyenda que Pan estaba enamorado de la ninfa Eco, pero ésta huyó de él por su horrible apariencia. Pan la persiguió y en su huida Eco cayó en el río Laón, donde murió ahogada. Entonces los dioses convirtieron a la ninfa en una caña de las que crecen a orillas de los ríos. Allí la tomó Pan e hizo con ella una flauta que producía sonidos maravillosos, dulces, acariciadores, amorosos, evocando de manera poética y romántica el gran amor que había perdido.
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