La sequía causada por efectos de El Niño o por otros factores, la extinción de ríos, quebradas u ojos de agua, así como la escasez de alimentos que padecen varios municipios de diferentes departamentos del país, no sólo es consecuencia de fenómenos naturales, sino también de acciones propias del ser humano que cada día se esmera en destruir más el ecosistema.
En este sentido, también debemos replantearnos muchas cosas, como por ejemplo, modificar en la medida de lo posible, los sistemas de cultivo, es decir, migrar de la forma tradicional a implementar un sistema agroforestal que con el tiempo conlleva a una agricultura orgánica rentable y sostenible.
Pero esto implica cambios en la forma de pensar y actuar no sólo de los campesinos que tienen pequeñas parcelas de tierra, sino en los mismos grandes propietarios que también deberían sumarse a un esfuerzo común para mejorar las condiciones ambientales de nuestro país. En el caso de los dueños de grandes extensiones de tierra con pasto para ganado, bien pueden trabajar con sistemas silvopastoriles, lo cual no sólo beneficiará al medio ambiente y sus animales, sino a ellos mismos como productores.
Sobre estos temas, hay organismos no gubernamentales especializados, agencias estatales de países amigos, que en coordinación con instituciones del Gobierno de Nicaragua han implementado proyectos sostenibles en materia de sistemas agroforestales y silvopastoriles, tal como lo plantea el ingeniero Bernd Kruzinna, coordinador de Programa de Apoyo al Desarrollo de Sistemas Agroforestales y Silvopastoriles, en su documento Reconversión ganadera y sistemas silvopastoriles en El Rama, trópico húmedo de Nicaragua.
Uno de estos ejemplos se puede conocer a través de la Cooperación Austriaca para el Desarrollo, que en alianza con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor) y el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade), bajo la coordinación de IP Consult, ejecutaron una propuesta de desarrollo económico local en el municipio de El Rama, denominado Programa de Apoyo al Desarrollo de Sistemas Agroforestales y Silvopastoriles (Padesaf).
En dicho documento se plantea el esfuerzo de las organizaciones participantes iniciado en el 2007, lo cual les permitió generar capacidades técnicas y productivas para la adopción de tecnologías, impulsar el fortalecimiento organizativo de los actores locales para la autogestión de los servicios agropecuarios y fomentar sistemas agroforestales y silvopastoriles para la generación de riqueza en las familias rurales.
Este programa que impulsó la Cooperación Austriaca en conjunto con el resto de instituciones antes mencionadas, fue clausurado con éxito el mes pasado. Fue interesante conocer los testimonios de personas nativas de El Rama que se involucraron en el proyecto y que tres años después su vida cambió para mejorar.
Sumado a esfuerzos como éste, también hay que cambiar de hábitos, especialmente, no seguir contaminando recursos naturales, no botar la basura en cualquier parte, y sobre todo, desde los vehículos en marcha sobre calles y/o carreteras, en los cuales van personas “cultas”. Otro aspecto importante es que cada quien debe reforestar a como pueda y no sólo esperar ayuda del Gobierno.
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