ACAN-EFE
El vicepresidente Jaime Morales Carazo, pidió hoy tener “cautela” y desconfiar de la petición que ha hecho Costa Rica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para participar como “no parte” en el litigio territorial y marítimo en el Caribe entre Nicaragua y Colombia.
“Tenemos que ser verdaderamente cautelosos y muy desconfiados en todo este tipo de cosas”, declaró al Canal 12 de la televisión local el vicepresidente, un liberal que llegó al cargo como aliado de los sandinistas.
“A veces dentro de las mejores buenas intenciones y un espíritu fraterno puede ir escondida la ponzoña de algún alacrán que después nos venga a picar en nuestros intereses legítimos y afecte nuestra soberanía”, insistió.
Costa Rica solicitó a la CIJ, el pasado jueves, su participación como “no parte” en ese conflicto, con el argumento de que los planteamientos que han hecho ambos países afectan sus intereses.
El pleito en cuestión busca que la CIJ delimite una frontera marítima entre Nicaragua y Colombia y la soberanía de los cayos Serrana, Roncador, Quitasueño y otros accidentes geográficos insulares.
El Gobierno costarricense encontró que ambas partes habían hecho planteamientos a la Corte que afectarían derechos e intereses de su país en el Mar Caribe.
En el caso de Nicaragua, por mostrar a la Corte documentos y mapas que divergen de los límites marítimos que Costa Rica considera como mar territorial y zona exclusiva económica suyos, mientras que en el caso colombiano entiende que existe una línea que “potencialmente se traslapa” con áreas marítimas sobre las que reivindica derechos.
Morales Carazo sostuvo que Costa Rica tiene derecho a defender sus intereses, siempre y cuando no afecte a los de Nicaragua “ni directa ni indirectamente” ni sea un “subterfugio” o “una maniobra que después vaya a ser utilizada por Colombia” en detrimento de Nicaragua en el juicio.
El canciller nicarag ense, Samuel Santos, anunció ayer, lunes, que abogados en Managua y en La Haya estudian la solicitud formulada por Costa Rica a la CIJ.
Según cálculos de las partes involucradas, el fallo del máximo tribunal de La Haya sobre este conflicto se puede producir a finales de 2011.