TEGUCIGALPA/AP
El ministro hondureño de Seguridad de Honduras, Oscar Álvarez, dijo ayer viernes que si el ex presidente Manuel Zelaya regresa a Honduras tendrá que ser detenido obedeciendo las órdenes de captura emitidas por el Ministerio Público.
Ante la posibilidad de si el presidente Porfirio Lobo Sosa le pide que no se arreste a Zelaya de ingresar al país, Álvarez adelantó que él sólo obedecerá la ley.
“El hecho de no ejecutar una orden de captura es una desobediencia y significa cárcel para mí”, dijo Álvarez.
Aunque manifestó su seguridad en el sentido de que el mandatario hondureño nunca le pedirá que no ejecute las órdenes de captura.
Las declaraciones de Álvarez se producen luego que el jueves Lobo dijo a periodistas que Zelaya puede regresar al país cuando desee.
Zelaya fue derrocado por los militares por supuestamente intentar reformar la Constitución.
A raíz del golpe, la Fiscalía encausó a Zelaya por siete delitos, incluso por corrupción, y los tribunales le abrieron un juicio en ausencia. Desde entonces ha emitido tres órdenes de captura en contra del ex presidente.
Con un salvoconducto de Lobo, el ex mandatario viajó a la República Dominicana.
El gobernante hondureño firmó un acta de compromiso con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, para que Zelaya pueda retornar a Honduras, según confirmó ayer la ministra de la Presidencia de Honduras, María Antonieta Guillén.
La funcionaria hondureña dijo que hay “buena voluntad” por parte de Lobo Sosa para solucionar los problemas en el país, y que Zelaya Rosales puede regresar como un ciudadano cuando así lo considere conveniente.
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