DUBLÍN/AFP/AP
El Papa debe pedir perdón a las víctimas irlandesas de abusos sexuales y admitir que la Iglesia católica se aprovechó de su poder y ocultó deliberadamente las actividades de los curas pedófilos, declaró ayer uno de los principales grupos de víctimas.
El grupo One in Four (Uno de cada cuatro) expuso lo que les gustaría que Benedicto XVI dijera en su carta pastoral a los católicos irlandeses sobre el escándalo de los abusos sexuales que sacudió a este pequeño país.
- El Papa Benedicto XVI firmó y envió ayer la carta prometida a los fieles católicos de Irlanda, para responder a los casos de pederastia de curas irlandeses, que se publicará hoy que llega cuando la Santa Sede afronta nuevos escándalos por supuestos abusos sexuales a menores.
Se trata de los informes Ryan y Murphy, que ponen de relieve casos de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas hacia niños en instituciones estatales regentadas por religiosos y en la archidiócesis de Dublín durante los últimos setenta años.
El diario romano La Repubblica, informó ayer de dos nuevos casos de pederastia en la Iglesia católica en Alemania y Suiza.
EFE
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La oficina de prensa del Vaticano dijo que el sábado divulgará la carta largamente esperada que el Papa tenía que firmar el viernes.
One in Four desea que el pontífice diga de forma “clara e inequívoca” que la Iglesia, “en sus más altas esferas”, siempre ha tenido conocimiento de los abusos sexuales a menores por parte del clero.
En su particular versión de la carta, One in Four dice querer que Benedicto XVI diga: “Hemos continuado una política deliberada de encubrimiento, protección de delincuentes sexuales para evitar escándalos, sin consideración por la seguridad de los niños”.
ESCÁNDALO MUNDIAL
“El escándalo de los abusos sexuales clericales es internacional y se extiende mucho más allá de la Iglesia irlandesa”, agrega el grupo.
One in Four también quiere que el Papa declare que la Iglesia ha “silenciado y sancionado a curas valientes y a laicos que han tratado de revelar los abusos sexuales endémicos”.
El Papa debe decir que lo “siente profundamente”, agrega el texto.
Las revelaciones de los abusos sexuales a niños por miembros del clero, agravadas por pruebas de encubrimiento por parte de la jerarquía eclesiástica, sacudió a la Iglesia católica irlandesa a finales del año pasado.
Desde entonces, se han denunciado otros casos en Alemania, de donde es originario el actual Papa, Suiza, Holanda, Italia e incluso Brasil y Chile.
SIGUEN LAS DENUNCIAS
La antigua diócesis del Papa Benedicto XVI en Munich dice que enfrenta constantes denuncias de abusos físicos y sexuales.
“Es como un maremoto”, dijo a la Associated Press Elke Huemmeler, directora del recientemente fundado grupo de tareas de la diócesis para prevención del abuso sexual.
Huemmeler calcula que hay unos 120 casos registrados hasta ahora, un centenar de ellos en la cercana escuela de internos del monasterio de Ettal, operada por monjes benedictinos.
Pero destaca que su papel no es lidiar con los casos anteriores sino contribuir a desarrollar el programa de prevención.
El viernes comenzó a trabajar el grupo, comisionado oficialmente y respaldado por el arzobispo Reinhard Marx.
Para noviembre, planea poner en vigencia un plan amplio a fin de combatir el abuso en las instituciones católicas.
Es el primero de su tipo en la Iglesia alemana que se ha visto profundamente conmovida por nuevas denuncias de agresiones sexuales y físicas a menores desde comienzos de año.
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