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El balneario de San Jorge Rivas, es uno de los destinos más visitados en el sur de Nicaragua. LA PRENSA/ R. VILLAREAL

Temporada de sol y arena despuntó

La playa empezó a calentarse desde tempranas horas de la mañana de ayer domingo. Cada año miles de veraneantes deciden pasar sus vacaciones de Semana Santa tendidos sobres las costas del Pacífico nicaragüense, principalmente en Pochomil y Masachapa. Pero ayer era notoria la ausencia de policías y socorristas.

La playa empezó a calentarse desde tempranas horas de la mañana de ayer domingo. Cada año miles de veraneantes deciden pasar sus vacaciones de Semana Santa tendidos sobres las costas del Pacífico nicaragüense, principalmente en Pochomil y Masachapa. Pero ayer era notoria la ausencia de policías y socorristas.

Los policías de tránsito que controlan el acceso a estos balnearios, se muestran desesperados ante una larga fila de carros que suenan el claxon de sus vehículos, unos más sonoros que otros, sin parar. A la par de los automóviles se encuentran los vendedores, como lobos al acecho de su presa.

Finalmente se logra pasar la línea de meta y se descubre una oleada de cuerpos semidescubiertos que disfrutan del sol y el mar.

Sin embargo, la felicidad y seguridad de los bañistas se vio en peligro ante la “fantasmal” presencia de agentes policiales.

“Ayer vine con mi familia y hasta hoy no he visto ni un solo policía, me preocupa dejar mis cosas a la intemperie, espero que los días más importantes sí se vean rondar a los hombres azules por el mar”, expresó Frank Orozco, visitante de Pochomil.

[doap_box title=”Carazo arranca con buen pie” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

En Carazo arrancó con fuerza el Plan Verano, donde unos 489 efectivos cubrirán 47 kilómetros de costa, 30 kilómetros de la carretera Panamericana y 27 kilómetros de carreteras secundarias, que van entre Diriamba, La Boquita, Casares y Huehuete.

El comisionado mayor Buenaventura Miranda Fitoria, jefe de la institución en la zona, lanzó la “Jornada popular verano seguro, limpio y solidario”, que inició el 27 de marzo y finalizará el 4 de abril.

La Policía está lista también para el control de alteraciones al orden público, conductores en estado de ebriedad, accidentes de tránsito, conductores imprudentes, captura de personas que se dedican al robo con fuerza, conatos de incendios, tenencia de armas de fuego, cobertura en actividades religiosas, entre otros.

Miranda Fitoria dijo que en el 2009 los mejores resultados a nivel nacional, en cuanto a los índices de cobertura y la baja en incidencias, se tuvieron en Carazo, por lo que ahora es un reto mantener este nivel.

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POLICÍA “SÍ LOS VE”

A tan sólo tres días de la jornada central de Semana Santa, la seguridad todavía no está desplegada en su totalidad. La semana pasada las autoridades de la Policía Nacional dieron a conocer el Plan Verano. El comisionado Emilio Rodríguez, del Distrito Siete que atiende los municipios de San Rafael del Sur y Villa El Carmen, anunció que en las playas de Pochomil y Masachapa se contaría con la presencia de 327 oficiales distribuidos por toda la zona. Pero en un recorrido que ayer realizó LA PRENSA por estas dos playas, constató la ausencia de los efectivos del orden público.

“Las fuerzas las tenemos regadas, si no se ven no me explico por qué, ellos no están en un solo punto, se va a mandar otro grupo contingente para reforzar más. Hasta el momento no se han reportado incidentes”, afirmó el subcomisionado José Ramón Ríos, del Distrito Siete.

CRUZ ROJA LLEGA TARDE

Asimismo, en las playas los cruzrojistas, con eternos problemas de presupuesto, tampoco se miraban en el horizonte. Un borrachito dominical acostado en la entrada de la caseta de la Cruz Roja en Pochomil era quien mantenía el “resguardo” ante cualquier posible incidente.

Contrario a esto, en Masachapa se hizo presente —a eso de la 11:00 a.m.— un grupo de voluntarios de la Cruz Roja con tablas salvavidas y un botiquín de primeros auxilios. “Venimos por hoy trece personas, lo que haremos es un trabajo preventivo, meternos al mar, hablar con la gente y explicarles los peligros, de esta manera evitaremos los ahogados”, señaló Óscar Reyes, jefe de playa.

También agregó que las torres preventivas se instalarán hasta el día miércoles.

En Masachapa, un grupo de chavalos sin camisas, con los pies a punto de freírse, juegan sin parar. La pelota pasa de un lado a otro, obstaculizando en ciertos momentos la visión de los salvavidas. A los pocos minutos una camioneta del Ministerio de Salud (Minsa) a toda velocidad pasa frente a ellos y se pierde con facilidad debido a los fuertes rayos del sol.

POLICÍA PRESENTE EN XILOÁ

En Ciudad Sandino, según el subcomisionado Carlos Espinoza, jefe de Auxilio Judicial, no se reportaron hechos lamentables durante el inicio de la “pretemporada” veraniega.

Por ahora, la Policía de este municipio sólo ha decomisado un arma de fuego, ocho cuchillos, cuatro machetes, 10 botellas de vidrio y una bayoneta a los veraneantes que visitaron Xiloá.

“De los 74 oficiales que dispusimos para esta cobertura, unos 30 oficiales están resguardando el centro turístico, pero a partir del próximo jueves vamos a darle mayor cobertura, estamos hablando de unos 40 oficiales más”, explicó Espinoza.

VENTAS SIN ARRANCAR

Desde Matagalpa y lista para la Semana Santa vino cargando su “perol” de comida doña Josefa Salgado, ya que supuso que el almuerzo en Pochomil le costaría una fortuna.

“Por suerte me vine preparada, traje mi arrocito y frijoles, y con eso pasaremos el día”, reveló Salgado.

Los precios de la afrodisíaca comida marina en este balneario oscilan entre 150 y 300 córdobas, según lo que se pida.

Xavier Navarro, propietario del restaurante Mar Azul, manifestó que las ventas aún “no arrancan”, por lo que confían que incrementen en los últimos días de la semana. “Estamos manteniendo los mismos precios del año pasado, pero nada que se vende”, dijo decepcionado.

Por otra parte, en la Laguna de Xiloá se reporta un crecimiento de 50 por ciento en el número de veraneantes que ingresaron este fin de semana. A pesar de la buena cifra, los vendedores de este centro turístico también se quejaron porque las ventas están “malas”.

Margarita Ríos, de 60 años, comentó que ayer invirtió cerca de dos mil córdobas para ofrecer diversas comidas a los visitantes. Sin embargo, a eso de las 12:00 m. Ríos sólo había obtenido unos 500 córdobas producto de la venta.

“El año pasado las ventas estuvieron malas, pero este año estamos peor. No se vende mucho, la gente sólo pregunta y no compra, y usted sabe que la comida no se puede guardar porque se daña”, expresó Ríos.

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