Solicitar ahora una cédula de identidad tarda más que hace siete años, cuando el Consejo Supremo Electoral (CSE) aún tomaba la fotografía de cada ciudadano, que ya no ocurre. Obtener una reposición de ese documento también es más lento, a pesar de que el CSE ahora cobra cincuenta o cien córdobas por realizar este servicio.
En Nicaragua el proceso de cedulación atraviesa su “peor momento” desde que éste inició 17 años atrás, no obstante el tribunal electoral no muestra ningún interés en corregir esas deficiencias, según coinciden funcionarios de organismos nacionales y extranjeros de observación electoral y el experto en temas electorales y ex director de cedulación, Dionisio Palacios, consultados por LA PRENSA.
A eso se suma que la demora y burocracia que sortea un ciudadano común para obtener su documento son condiciones ajenas para un narcotraficante, colaborador de alguna guerrilla en el extranjero, proxeneta u otro personaje dedicado a cometer ilícitos, que consiguen la emisión o falsificación de una cédula tan rápido como también lo hace el militante del partido de Gobierno, que recibe ésta en su casa y puede tenerla aún sin haber cumplido los 16 años de edad, que la Ley de Identificación Ciudadana establece como mínimo para recibir el documento.
DELEGACIONES LOCALES SIGUEN CERRADAS
Entre el 2009 y el 2010, el Consejo Supremo Electoral ha contado con un presupuesto exclusivo para la cedulación ciudadana que supera los 128.3 millones de córdobas.
Pero en los 28 meses de ese período que van hasta esta fecha, las delegaciones locales de cedulación han permanecido cerradas, a excepción de las instaladas en las Regiones Autónomas de la Costa Caribe, que funcionaron entre junio del 2009 y marzo reciente, en ocasión de las elecciones regionales que ahí se realizaron.
- Para el ex director de cedulación Dionisio Palacios (2000-2005) las deficiencias del sistema electoral, a las que no escapa el proceso de cedulación, no son resueltas por falta de voluntad política y la partidarización y corrupción que copa todo el Poder Electoral.
Las misiones internacionales que al 2006 habían observado los comicios han reclamado por esas deficiencias. Pero la cedulación ni siquiera fue priorizada para los comicios más recientes en el Caribe, según los observadores nacionales.
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Todas esas delegaciones permanecen cerradas a esta fecha y los ciudadanos de los 153 municipios del país —sin importar la distancia que los separen de su respectiva cabecera departamental— deben acudir al Consejo Electoral Departamental (CED) que le corresponde. La excepción es Managua, donde las filas son regulares en el Centro Cívico, aunque no por eso es un proceso más ágil.
El oficial de proyectos del Programa de Gobernabilidad del organismo de observación Ética y Transparencia (EyT), Juan Carlos Narváez, recordó que el estudio más reciente sobre el proceso de cedulación hecho por EyT confirmó que la emisión de una cédula de identidad tarda un promedio de 155 días en el país.
Este tiempo es cuatro veces mayor al que toma obtener un pasaporte ordinario, sin contar con el trámite rápido que antes se realizaba en 48 horas y ahora tarda 8 días hábiles.
También, es casi 19 veces mayor al tiempo que toma solicitar y recibir una nueva licencia de conducir, que en caso de revalidación toma un par de horas o menos.
En el 2007, el estudio citado reveló que uno de cada veinte ciudadanos aptos para votar no poseía cédula de identidad, entre ellos la mitad de jóvenes que no votó en las elecciones generales del 2006 porque aún esperaba su documento.
Además de ser necesaria para el ejercicio del voto, la Ley de Identificación Ciudadana establece que la cédula es el documento que identifica a los nicaragüenses y es “indispensable” para celebrar contratos de trabajo, solicitar servicios públicos, realizar operaciones bancarias, casarse o matricular a los hijos en la escuela.
“Con los retrasos en la emisión o renovación de cédula el Consejo y el Estado como tal afectan, violan, estos derechos ciudadanos, sin contar con que la cédula también es válida para viajar a otros tres países de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) sin pasaporte”, criticó Palacios.
EN 2011, TRES MILLONES TENDRÁN CÉDULA VENCIDA
El ex director de cedulación igual reclamó que por lo menos desde finales del 2005, el CSE no realiza la renovación de cédulas de identidad que la Ley manda cada diez años.
El 31 de diciembre del 2008, 1.7 millones de cédulas se vencieron sin una prórroga hasta que la Asamblea aprobó en enero del 2009 que ésas y el resto de cédulas que estén por vencer permanezcan vigentes hasta el último día del 2012. Es decir que para las elecciones generales del 2011 por lo menos tres millones de nicaragüenses votarían con una cédula cuya vigencia ha sido prorrogada, para la mitad de esas ya por segunda vez.
Palacios recordó que para el 2005 se planteó que el CSE debía emitir un promedio de 125 mil cédulas nuevas cada año, para garantizar que cada nicaragüense que alcanzara la edad de ser ciudadano contara con su identificación. A ello se suma el promedio de 200 mil cédulas que cada año debían ser renovadas por vencimiento o denuncia de robo o extravío.
El ex funcionario sostuvo que ninguna de esas metas se cumple hoy, mientras el documento pierde credibilidad con cada nueva denuncia sobre su portación ilegal.
Palacios admitió que no hay un documento ciento por ciento seguro o que la tecnología impida falsificar, pero urgió la renovación de la cédula y un manejo transparente de ésta.
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