Un diálogo verdadero, amplio y transparente es la propuesta que los obispos del país presentaron ayer como solución a la crisis que atraviesa Nicaragua, ante el relevo pendiente en las instituciones públicas, al que se opone el presidente Daniel Ortega para lograr su reelección en el 2011.
En su mensaje a Nicaragua, la Conferencia Episcopal asegura que “el momento crítico que vive el país solamente es superable a partir de diálogos transparentes y confiables entre el Gobierno, los partidos políticos y la sociedad civil, que lleven al entendimiento entre los distintos sectores de la sociedad y se cristalicen en una auténtico consenso democrático y un pacto social, que asegure estabilidad política y jurídica y que afronte los grandes problemas sociales y económicos que golpean a la población”.
Los obispos advirtieron que “sería inaceptable intentar resolver esta crisis conspirando a espaldas del pueblo, a través de pactos de cúpulas que buscan sólo sus propios intereses y la repartición de cuotas de poder, o con medios violentos para intimidar y forzar a pactar”.
“HONDA PREOCUPACIÓN”
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se reunió ayer de forma extraordinaria en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, al oeste de la capital, y divulgó su mensaje a propósito de la violencia que esta semana se volvió a sufrir en varias de las calles de Managua, porque los ex magistrados del FSLN, Rafael Solís y Armengol Cuadra, se niegan a dejar sus cargos ya vencidos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
- El Secretario de la Conferencia y Obispo de Chontales, René Sándigo Jirón, insistió en que los obispos apelan a la capacidad racional de los nicaragüenses y que el diálogo debe ser la primera alternativa para salir de la crisis.
Nicaragua, como Estado miembro de la OEA, está obligada a cumplir con la Carta, que es un compromiso de todos los Estados para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática, cuyo irrespeto es causa de expulsión del organismo.
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Solís fue quien en octubre pasado convocó de manera ilegal a magistrados sandinistas para que la Sala Constitucional aprobara una sentencia que busca anular las prohibiciones constitucionales para la reelección de Ortega. Además, él se aferra al cargo con un decreto ejecutivo que quiere extender el plazo que la Carta Magna establece para los funcionarios públicos.
La CEN aseguró que les “preocupa hondamente la inconstitucionalidad e ilegalidad en las que han caído algunas instituciones” y reclaman que “las instituciones no deben ser instrumentos en manos de quien gobierna para transformar sus abusos y ambiciones de poder en formas y actuaciones legalmente justificadas”.
PARA EVITAR LA GUERRA
El Arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia, Leopoldo Brenes, advirtió que “todavía no hemos llegado a una situación de guerra, pero si seguimos en este ambiente es peligroso (llegar a ella). Por eso nosotros como pastores invitamos a un diálogo, pero que no se haga a espaldas del pueblo, que no venga solamente a buscar intereses personales o de partidos, sino que busque el bien común de la nación”.
“Exhortamos a cada uno de los Poderes del Estado a respetar la Constitución Política, a ejercer el poder en el ámbito de su exclusiva competencia, a actuar conducidos por los más altos valores éticos de la justicia y la convivencia social y a no dejar que las ambiciones de poder de individuos o de grupos se impongan por encima de la Ley”, dice el mensaje de la CEN, leído por su Secretario y Obispo de Chontales, René Sándigo, y por el Obispo Auxiliar de Managua, Silvio Báez Ortega.
Monseñor Brenes aseguró que “siempre hay tentación de la violencia” ante una crisis, pero dijo que ésa no es la solución.
Los obispos además exhortaron “a ciertos miembros del partido de Gobierno para que dejen de utilizar los medios violentos que tienen como fin intimidar y presionar políticamente, pues lo único que se logra es aumentar aún más la tensión social, promover la irracionalidad y poner en riesgo la dignidad y vida de las personas”.
Los obispos sostuvieron que “el acuerdo o pacto social forma parte de la dinámica democrática de una sociedad, siempre que se haga de cara al pueblo y buscando sus intereses”.
El vicepresidente de la CEN y Obispo de Estelí, Abelardo Mata, dijo que “no necesariamente tiene que estar el obispo o la Conferencia Episcopal” para el diálogo propuesto, pues opinó que en el país hay gente proba, capaz y con dominio y convicción de la Ley para garantizarlo.
La CEN sugirió que “es necesario un acuerdo social en el que se expliciten puntos específicos de consenso nacional y en el que se articulen armónicamente las diferencias entre las diversas fuerzas sociales”.
“No podemos ignorar que la situación del país es compleja y delicada. Se ha creado, en efecto, un escenario político, jurídico y social, que exige de parte de todos actitudes tolerantes y pacíficas, capacidad de diálogo y firme voluntad de poner por encima de todo los intereses de la nación”, agregó el mensaje.
El Obispo de León, Bosco Vivas, precisó que “los obispos lo que queremos es manifestarle a todos los nicaragüenses, los que gobiernan y los gobernados, que todos tenemos que poner nuestra cuota de buena voluntad y hacer todo lo posible para que no se conduzca a Nicaragua a derroteros de una guerra civil”.
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Vivas dijo que los nicaragüenses deben señalar los obstáculos para lograr el diálogo. Pero agregó: “Si es esta actitud (reeleccionista) del presidente el obstáculo, naturalmente que el presidente debería de tener el coraje de escuchar y si es realmente la voluntad del pueblo y es la manifestación de la Constitución la que está clara, pues debe obedecerle”.
Monseñor Sándigo consideró que “si la Constitución manda no reelegirse, cualquier intento de hacerlo es una violación a la misma y por ende está llamado y no lo hago yo, sino todo respetuoso de la Constitución, a desistir de esos intentos, que por cierto cada vez van causando mayor desestabilización en la ciudadanía”.
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