Cuesta entender cómo algunos profesionales, más si son economistas, sugieren una alianza económica de Centroamérica con Cuba y Venezuela, en sustitución del acuerdo que esta región negocia con la Unión Europea (UE). Parece broma, pero eso defienden, y es el resulta de anteponer el fanatismo al conocimiento.
Sólo alguien bastante desinformado puede ignorar que Cuba atraviesa su peor crisis económica, no por efectos de la recesión internacional, sino por la ineficacia de un sistema de producción y distribución estatizado, desde hace medio siglo, incapaz de garantizar ahora los alimentos básicos para sus 11 millones de habitantes.
En términos comerciales Cuba ofrece poco a Nicaragua, porque su producción es casi nula y como importador es un país con limitaciones por carecer de suficientes divisas líquidas para comprar lo que más necesita: alimentos. Sin embargo, algunas ONG pidieron en Managua que Centroamérica evite una alianza económica y política con la UE y se acerque más a Cuba y Venezuela.
Para tener una idea de la deficiencia del sistema económico cubano, basta ver cómo ha perdido su producción de café, reducida en 90 por ciento en los últimos años, lo que obliga al gobierno de Raúl Castro a gastar hasta 50 millones de dólares anuales para suplir el consumo interno con importaciones.
Mientras aumenta el consumo de café en el mundo, porque esta bebida se ha puesto de moda en los países asiáticos, y sus precios suben al crecer la demanda de las calidades gourmet, Cuba pierde su capacidad productiva y la oportunidad de exportar.
En cambio, países como Nicaragua aumentan las ventas de café y logran precios récord, como el de 47 dólares por libra que recibieron agricultores nicaragüenses hace tres años, tras ganar el certamen internacional Taza de la Excelencia.
Entre los compradores de café gourmet de Nicaragua hay países de Europa y, si Centroamérica firma el acuerdo de asociación con la UE, este negocio tendrá más cancha y eso beneficia a campesinos con parcelas pequeñas, que han aprendido a producir con calidad y cada año mejoran sus condiciones económicas.
Cuba llegó a producir 60 mil toneladas de café, según informes oficiales, pero hoy con dificultad cosecha seis mil toneladas y requiere importar 19 mil. Por la falta de divisas, es poco probable que el Gobierno cubano importe café de primera calidad, porque también necesita comprar afuera ocho de cada diez productos básicos que distribuye a los cubanos, de forma racionada, otra evidencia de que tampoco produce suficiente arroz, frijol, carne y hortalizas.
Una causa del desplome de la producción de café en Cuba, admitida por el Gobierno, es la falta de fertilizantes, insecticidas y herramientas de trabajo agrícolas, productos suplidos sólo por el Estado, el controlador de toda la economía. Es el mismo modelo que busca Venezuela, donde expertos del régimen cubano ya dirigen la instauración del socialismo.
¿Es ése el tipo de socio que más conviene a Nicaragua? Si este país centroamericano trata de superar la pobreza, supongo que requiere socios con éxitos económicos comprobados, para mejorar su intercambio comercial y atraer inversión, tecnología y conocimiento.
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