Por Gloria Ruiz
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Desconsolada lucía Jamileth González junto al cadáver de su hijo, Melvin Humberto Espinales González, de 17 años, quien en horas de la tarde de ayer pereció ahogado en las aguas del balneario El Trapiche.
Según la madre del fallecido, su hijo salió en horas de la mañana de su casa de habitación ubicada en el barrio Villa Venezuela junto a Francisco Salazar Artola, con quien realizaba trabajos de mecánica automotriz.
“Mi hijo salía como todos los días a trabajar, nunca me dijo que iba a venir aquí, hasta que recibí una llamada a eso de las tres de la tarde donde me dijeron que él había muerto”, dijo González.
Estelino Mayorga, abuelo de la víctima, comentó que su nieto no tomaba ni fumaba, por lo que descartaba la posibilidad de que se haya introducido a las aguas del popular balneario en estado de ebriedad.
Salazar Artola, quien acompañaba al ahora occiso, no quiso brindar ningún tipo de declaraciones y fue remitido por las autoridades de la Policía del Distrito Ocho para realizar las investigaciones correspondientes.
NO SABÍA NADAR
Según Mayorga, personas en el lugar les dijeron que la víctima se había tirado a las aguas, pero como no sabía nadar se hundió, por lo que Salazar trató de sacarlo, pero fue imposible.
La madre de Melvin Espinales asegura que ella habló como a las dos de la tarde con Francisco Salazar porque tuvo un mal presentimiento, pero éste le dijo que iban a llegar como a las cinco de la tarde, al poco rato le avisaron del accidente.
La madre se encuentra molesta porque Salazar no le había dado la cara para explicarle lo sucedido.
El Trapiche se ha convertido en una verdadera trampa para los bañistas por la profundidad de sus aguas.
Sólo en le Semana Santa recién pasada seis personas se ahogaron en sus turbias corrientes, incluyendo dos hermanos gemelos originarios de León.
Los socorristas de la Cruz Roja recomiendan mucha cautela a los bañistas.