BAGDAD/ EFE
Varios ataques y atentados perpetrados ayer en Bagdad y en otros lugares de Irak causaron más de 100 muertos y más de dos centenares de heridos, en la jornada más sangrienta que se vive en el país árabe en lo que va del año.
La ola de violencia estalló en un momento delicado para la vida política del país, porque persiste la incertidumbre a la espera de que se confirmen los resultados de las elecciones legislativas de hace más de dos meses.
El ataque más grave de los perpetrados se produjo en la ciudad de Hila, 100 kilómetros al sur de Bagdad, donde 36 personas perecieron y más de un centenar resultaron heridas por tres explosiones en un estacionamiento.
Fuentes del Ministerio iraquí del Interior dijeron que primero estallaron dos coches bomba cuando salían del trabajo varias decenas de trabajadores de una empresa de tejidos, en cuyo aparcamiento estaban colocados los artefactos.
UN KAMIKAZE
Cuando los equipos de rescate acudieron al lugar para auxiliar a las víctimas, un terrorista suicida hizo detonar un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo.
La jornada había comenzado de modo sangriento por una cadena de ataques a cinco controles de la Policía y del Ejército.
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Algunos de esos ataques, poco antes del amanecer, fueron cometidos por desconocidos armados con pistolas con silenciador, un hecho inusual en Irak.
Además de esos ataques con pistolas, varios artefactos estallaron en distintos puntos de Bagdad.
También hubo ataques en Faluya, al oeste de Bagdad; en Baquba, capital de la provincia central de Diyala; en las áreas de Tarmiyah, Abu Graib y de Iskandariya, al norte, oeste y sur de Bagdad, respectivamente; en la ciudad septentrional de Mosul y la localidad meridional de Basora.
EL SELLO AL QAEDA
Ningún grupo reivindicó inmediatamente la autoría de estos atentados y ataques armados, aunque algunos de ellos llevan el sello de Al Qaeda, que recientemente perdió a sus dos figuras más importantes en Irak, Abu Ayub al Masri y Abu Omar al Bagdadi.
Los dos líderes terroristas más buscados fallecieron el pasado 18 de abril en una operación conjunta del Ejército de Irak y de EE.UU.
Pero, cinco días después, Al Qaeda en Irak demostró que seguía con fuerza y causó 61 muertos y más de un centenar de heridos en una serie de atentados en Bagdad y en la ciudad central de Ramadi.
El Gobierno iraquí responsabilizó de la oleada de violencia en Bagdad al brazo de Al-Qaeda en Irak y afirmó que la organización terrorista ha intensificado sus ataques para causar inestabilidad política.
EE.UU. CONDENA
Estados Unidos condenó los ataques y atentados perpetrados en Bagdad y otros lugares de Irak.
“Estos ataques no socavarán la confianza que los iraquíes han demostrado tener en su Gobierno y las fuerzas de seguridad”, señaló el portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Philip Crowley.
En su rueda de prensa diaria transmitió las condolencias de EE.UU. a las familias de todas las víctimas, y recalcó que los iraquíes rechazan mayoritariamente el uso de la violencia como vía para resolver sus diferencias políticas.
El portavoz explicó que las operaciones y el personal estadounidenses en Irak no se han visto afectados directamente por los ataques y no se ha informado de ninguna víctima estadounidense.
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