En los tres últimos años en el sector textil nicaragüense se han perdido 34 mil 736 empleos y se anticipa que, por la crisis económica, haya un incremento en el desempleo generalizado y hasta puede conducir a los hombres a competir con las mujeres por los puestos de trabajo. Esto podría llevar a que las mujeres lleguen a obtener puestos de “mera sobrevivencia”.
Lo anterior lo analiza el Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra, en un diagnóstico correspondiente al año 2009.
De acuerdo al diagnóstico, en Centroamérica el desempleo acumulado el año pasado en la industria textil fue de 99,299 personas, de las cuales el 70 por ciento son mujeres.
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- Sandra Ramos, directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra, expresó que en los últimos tres años han estado atendiendo a las víctimas de violencia intrafamiliar.
La gente dice: este país no cumple con metas productivas. Pero muchas veces nadie analiza que esa obrera que pasa de 12 a 13 horas trabajando diario llega también a producir con una gran carga de problemas propios del hogar, indicó.
Ramos ejemplificó que la mujer que labora puede ser víctima de violencia intrafamiliar, por lo que se preguntó: ¿De qué productividad vamos a hablar?.
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Según este diagnóstico, el desempleo en el sector textil en Nicaragua únicamente es superado por Honduras con 36 mil empleos perdidos, aunque los datos de este país corresponden a los años 2008 y 2009.
El mismo estudio indica que se anticipa una agudización de desempleo de las mujeres por el impacto de la crisis económica en la región, que puede conducir a los hombres a aceptar condiciones de trabajo y salario inferiores, “dejando a más mujeres fuera del mercado laboral”.
El diagnóstico indica que “el incremento en las dificultades para acceder a puestos de trabajo remunerado obligaría a un mayor número de mujeres a refugiarse en actividades de sobrevivencia, en las que no tienen contratos estables, lo que implica que no podrán acceder a otros derechos laborales”.
El Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra avizora que, con esta situación, podrían ser afectados algunos derechos laborales que protegen a las mujeres obreras, como la no discriminación en materia salarial, el subsidio por maternidad y el permiso de lactancia, además podrían deteriorarse las condiciones de trabajo.
MIL DEMANDAS ANUALES
La directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra, Sandra Ramos, aseguró que de mil demandas que atiende cada año el organismo, aunque en su mayoría son por la restitución de los derechos laborales de las mujeres, también están los casos de pensión alimenticia o porque están siendo víctimas de violencia intrafamiliar.
Ramos explicó que, debido a la retardación de justicia existente en el país, procuran no acudir mucho a los juzgados laborales, salvo cuando el empresario se declara “rebelde y no quiere negociar”. Pero en el 80 por ciento de los casos han logrado que los mismos se resuelvan por la vía de mediación y negociación extrajudicial, precisó.
URGEN PLANES DEL GOBIERNO
El diagnóstico del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra señala que en Nicaragua, al igual que en otras naciones de bajo ingreso per cápita y con limitadas oportunidades de generación de ingresos para el sustento familiar, las mujeres miran como una opción de empleo la industria textilera y los llamados call centers o centros de llamadas.
“Esta situación se ha agudizado más con el inicio de las crisis económica y financiera mundial, por eso es necesario que el Gobierno tenga planes contingentes para poder incentivar el empleo en otras ramas de producción”, recomienda el Movimiento María Elena Cuadra en su diagnóstico 2009.
La mayor parte de las trabajadoras abordadas, según el estudio, aseguran que se incorporaron al mercado laboral por la necesidad de aportar económicamente a su núcleo familiar.
El estudio permitió también conocer que las mujeres con menores ingresos son las que reciben menos apoyo de parte de sus familiares en el exterior, o simplemente no tienen a nadie fuera del país.
Ramos explicó que cada año más de dos mil mujeres pasan por el sistema educativo del Movimiento María Elena Cuadra, para recibir capacitación sobre sus derechos para que los puedan defender.
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