Como si no bastara con ver el estado físico en que quedó Eder Osmar Ruiz Pavón (19), estudiante de segundo año de Medicina atacado frente a las cámaras de televisión por un grupo de vándalos del orteguismo que mantiene tomada la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), un agente del Distrito Cinco de la Policía de Managua lo regresó a “buscar pruebas” para interponer con “fundamento” la formal denuncia por la agresión que sufrió el pasado martes.
- El presidente de la Comisión de Paz, Defensa, Gobernación y Derechos Humanos de la Asamblea Nacional, Maximino Rodríguez, manifestó que sostendrán una reunión con la directora de la Policía, primera comisionada Aminta Granera.
Evasivo, el fiscal Luden Montenegro respondió a la pregunta de que si de oficio esa institución puede investigar los incidentes del martes en las inmediaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Managua, al asegurar que aún no han recibido el caso.
El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, condenó los actos vandálicos escenificados ese día.
El activista de derechos humanos manifestó que la Policía debe investigar de inmediato y darle el seguimiento correspondiente al caso. Consideró que la Policía debe sentar un precedente y no ser tolerante en este tipo de casos.
Anunció que el miércoles próximo ese organismo sostendrá una reunión con la jefa de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, donde esperan abordar esa situación.
“Es lamentable que estemos vendiendo esta imagen de violencia. Y sobre todo que se trata de los futuros profesionales quienes se ven envueltos en estos hechos”, dijo Carmona.
La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, por su parte estimó acertados los titulares de los diarios escritos de ayer, sobre los sucesos registrados el martes.
“Nos parece que allí están preparando para turberos a los muchachos”, criticó Núñez, quien consideró que hay una instrumentalización de lo que fue el histórico movimiento estudiantil que tanto aportó por la lucha del 6 por ciento y a la autonomía universitaria.
Mientras, Claudia Paniagua, directora de la Fundación Nicaragua Nuestra, manifestó preocupación por los incidentes violentos registrados el martes “donde jóvenes estudiantes son agredidos brutalmente por otros jóvenes estudiantes”.
“Este es un momento de llamar a la calma, a la paz, al diálogo, a la verdadera autonomía universitaria. La universidad debe dejar de ser un lugar partidario, no puede seguir siendo un terreno de control del más fuerte”, señaló Paniagua.
[/doap_box]
Este joven habló ayer con LA PRENSA cuando regresaba de su pueblo natal, Masatepe.
Durante los dos minutos aproximadamente en los que Ruiz fue atacado salvajemente por los vándalos universitarios y otros miembros de las fuerzas de choque del orteguismo, sólo pensaba que su vida había llegado a su final.
“SÓLO ESPERABA EL DISPARO”
“Me tenían encañonado con el arma, por eso es que no me dio tiempo de correrme. Si yo me corría quizás me hubiesen disparado. Yo escuchaba que entre ellos se decían: dale, matalo, matalo, y cuando me dieron el golpe aquí (señala la parte posterior del cuello) y ahí fue cuando me caí”, relató con voz entrecortada.
Después de las múltiples patadas y los fuertes golpes con lanzamorteros y bates que los agresores propinaron a Ruiz, éste quedó inconsciente.
“Me quedé desmayado por un momento, después sentí que los muchachos me llevaban cargado, pero iba viendo turbio ( ). Cuando dejaron de golpearme yo di gracias a Dios porque ya había salido de eso (la agresión). Ellos estaban intentando dispararme y pensé que me quitarían la vida con el arma que me apuntaba. Mi mente se puso en blanco y sólo esperaba el disparo”, relató Ruiz.
Posterior al brutal ataque que recibió Ruiz, sus amigos lo acompañaron al Hospital Roberto Calderón, pero al final decidió no internarse en este centro asistencial, por lo que decidió viajar a su vivienda, en Masatepe.
El joven ayer se presentó al Distrito Cinco de la Policía para interponer la denuncia, pero como no contaba con un dictamen del Instituto de Medicina Legal (IML) y un vídeo o fotografía que demostrara la agresión que vivió, la Policía le orientó que “regresara cuando tuviera las pruebas”.
OTRA VEZ VIOLENCIA ORTEGUISTA
Ayer la situación de crisis en la UNAN-Managua se calentó aún más, pues los universitarios que demandan que se reactiven las clases intentaron realizar una protesta pacífica en la avenida universitaria, pero los miembros de la orteguista UNEN que mantienen “secuestrada” la UNAN-Managua los recibieron con morteros, por lo que la protesta se convirtió en una batalla campal.
Minutos antes que los estudiantes iniciaran la protesta, Alfonso Hernández, subinspector del Distrito Cinco de la Policía, dijo que “es nuestro deber, queremos estar tranquilos, no queremos pleito. Estamos trabajando sobre este hecho (la portación de armas por parte de un estudiante), vamos a darle cabida a todos los problemas que se están dando”, dijo Hernández.
Pero al momento del enfrentamiento, la Policía no actuó pese a que, igual que le martes, parte de los hechos se dieron en la vía pública. La profesora de Medicina de la UNAN-Managua, Martha Barillas, señaló que las autoridades universitarias no han actuado eficientemente.
Aunque ayer durante la batalla campal ya hubo afectaciones evidentes en las instalaciones de la UNAN, el rector Francisco Guzmán afirmó que “no hemos encontrado la solución”.
Durante el enfrentamiento los jóvenes destruyeron el portón principal del recinto, dos losetas del muro perimetral de la parte norte de la UNAN y la malla frontal está “pasconeada”. “No hemos encontrado la solución, vamos a seguir conversando, seguramente habrá una solución que beneficie la institución y al gremio estudiantil”, dijo Guzmán.
La UNEN quiere que en los Centros Universitarios Regionales (CUR) se aplique el artículo 38 de la Ley 89, pero las autoridades universitarias se apegan a la normativa aprobada en el 2006 para los CUR.
Con el artículo 38, votarían todos los profesores titulares, asistentes, auxiliares y adjuntos de la respectiva facultad que dediquen a la universidad al menos un cuarto de tiempo, tres directivos del seccional del sindicato de trabajadores no docentes, los representantes estudiantiles de grupo, que rondan entre 50 y 60 por facultad, además de los presidentes estudiantiles de recinto y el presidente estudiantil de la facultad.
Sin embargo, la diferencia entre la normativa aprobada por el consejo y el artículo 38 radica en que, según la normativa, los presidentes de grupo votarían en igual proporción al número de docentes, planteamiento que es rechazado por el gremio estudiantil.
VÁNDALO ES HIJO DE POLICÍA
Por su parte, Alexander Tinoco, quien había sido señalado de ser el portador de un arma de fuego, alegó: “Yo participé, pero no andaba ningún arma. Yo me la llevé (se robó la mochila del lesionado), eso sí lo acepto, mi padre es policía, él pertenece a la DAEM (Dirección de Armas, Explosivos y Municiones)”.
Los universitarios agredidos ahora señalan a Ervin Alvarado, alias “Chico Cayo”, estudiante de tercer año de Electrónica, como el portador del arma de fuego que aparece en vídeos y fotografías de los medios de comunicación.
Consultado el parlamentario si en esa reunión que sostengan con la jefatura policial preguntarán a esa autoridad los motivos por los cuales no actuaron en los incidentes violentos del pasado martes, Rodríguez se adelantó a rebatir el alegato de la Policía de que no lo ha hecho por la autonomía universitaria. “La autonomía no significa dejar impune los ilícitos”, dijo Rodríguez, quien recordó que en casos de persecución la Policía puede incursionar a un domicilio, con más razón consideró que lo debió hacer en este caso, cuando se trataba de un estudiante que amenazaba a otro.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,7 A