CORRESPONSAL/ COSTA RICA
Las ex siamesas Yurelia y Fiorella —hijas de nicaragüenses— conviven en mejores condiciones de salud desde que permanecen en el albergue Roble Alto de San José de la Montaña, en San José.
El Patronato Nacional de la Infancia (Pani) informó que las niñas de 5 años habitan en mejores condiciones y reciben chequeo médico continuo.
Autoridades costarricenses separaron de sus padres a las ex siamesas Yurelia y Fiorella Rocha Arias, atendiendo una solicitud del Hospital Nacional de Niños, dado que las niñas vivían hacinadas entre animales domésticos y expuestas al humo del cigarrillo, según informes médicos.
La separación fue a finales de abril, de la casa ubicada en San Josecito de Alajuelita, al sur de San José. El Pani ordenó separar a las niñas de sus padres, pues informes del Hospital Nacional de Niños señalan que las continuas complicaciones de salud se deben a las condiciones insalubres en las que vivían.
Los animales domésticos y el humo de cigarrillos que fuma su padre, José Luis Rocha, les causaban problemas respiratorios. Según el Pani, los padres de las menores, María Arias y José Luis Rocha, están cumpliendo con lo solicitado por las autoridades y las visitan en el albergue periódicamente.
El primer fin de semana de mayo las niñas fueron sacadas temporalmente del albergue por sus padres, pero al regresar el lunes fueron remitidas al hospital con un cuadro de gripe y asma, pero ya se encuentran bien de salud.
De acuerdo con el Pani, las pequeñas estarán seis meses con cuidado en el albergue, y será un juez de niñez y adolescencia quien decida si continúan allí o se las regresan a sus padres.
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