Tomado de Prensa Latina
Lima/PL
El líder amazónico peruano Alberto Pizango regresará mañana del exilio en Nicaragua, pese a una orden judicial de apresarlo por acusaciones oficiales referidas a una gran protesta indígena de hace un año.
El presidente de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aideseo) pidió reiteradamente que la orden de detención sea revocada para volver a afrontar los cargos en su contra, sin ser atendido, pero igual volverá.
El retorno fue confirmado por el titular de la Confederación de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami), Mario Palacios, quien dijo que la decisión es personal e institucional y que seguramente Pizango sera apresado en cuanto arribe a Lima.
Palacios demandó respeto a los derechos humanos del líder amazónico que encabezó la casta protesta amazónica iniciada en abril de 2009 y terminada en junio, cuando el gobierno accedió a anular parte de una serie de decretos rechazados por los nativos por afectar su hábitat y entregar la selva a las transnacionales.
Pizango regresará días antes de cumplirse un año de los sucesos de Bagua, en los que murieron 24 policías y 10 civiles cuando el gobierno intentó sofocar por la fuerza un bloqueo de carreteras, sin conseguirlo y generando más bien la solidaridad ciudadana con los indígenas.
Tras esos incidentes, Pizango denunció ser objeto de acoso judicial y se refugió en la Embajada de Nicaragua, cuyo gobierno le otorgó asilo humanitario. Tiene cinco juicios en su contra, en los que han sido revocadas cuatro órdenes de detención y sólo queda una.
Aidesep organiza para el 4 de junio, en Bagua y otros puntos de la selva, marchas y otros actos de homenaje a uniformados y civiles caídos en los luctuosos acontecimientos.
La organización amazónica logró la semana pasada la aprobación de una ley de consulta alas comunidades, principal objetivo de la lucha de hace un año y que obliga al Estado a consultar a los nativos las decisiones políticas, económicas y administrativas que los afecten.
Para Aidesep, la norma tiene imperfecciones que se deben subsanar, y para Pizango es insuficiente, mientras la etnia Achuar decidió usar unilateralmente la norma y realizar una consulta entre sus comunidades, sobre la presencia de empresas petroleras en sus territorios.
La central indígena demandó al gobierno que, en tanto se cumpla el proceso previo a la vigencia plena de la ley de consulta, se abstenga de otorgar concesiones, como las de 25 grandes parcelas, la mayoría selváticas, cuya licitación internacional anunció recientemente el gobierno.
Esas concesiones y las ya otorgadas deben ser sometidas a consultas vinculantes con los nativos, advierte Aidesep.