Cartas de Amor a Nicaragua
Querida Nicaragua: El célebre escritor italiano Giovanni Papini (1881-1956) escribió varias obras famosas. Entre ellas El Diablo , el Libro Negro , y Gog . Creo que es en este último donde Papini satiriza sobre Nicaragua. “Se vende la República de Nicaragua, 138,000 kilómetros cuadrados, produce bananos y minería, etc., etc.
Parodiando al escritor italiano y observando los últimos sucesos podríamos decir: “Se venden votos en la Asamblea Nacional de Nicaragua, son cuatro o cinco que pueden llegar hasta una docena si las ofertas son buenas. Son votos que están esperando mejores ofertas.
Tristemente éste no es un caso nuevo en Nicaragua. Generalmente cuando los gobiernos comienzan a sentirse estrechados y no pueden realizar sus planes, o sus fechorías, recurren a la compra de voluntades diputadiles para pasar determinadas leyes.
El danielismo está empeñado en mantener el llamado decretazo para dejar en su cargo a sus operadores políticos, sobre todo al caporal de todos ellos especialista en fraudes, doctor Roberto Rivas y a los otros magistrados don Payo Solís, y don Armengol Cuadra. A ambos se les venció el período. Ninguno de los dos es más magistrado, pero el danielismo, por sus pistolas, quiere que se queden y por eso se produjo el decretazo, obviamente ilegal, pero que está queriendo ser legalizado en la Asamblea pasando por encima de las leyes. El asunto es dejar a los funcionarios en su lugar para que ellos legalicen la candidatura de don Daniel y pueda ser candidato en las próximas elecciones.
La consigna de Tomás Borge se está cumpliendo al pie de la letra. “Aquí puede suceder cualquier cosa, menos que perdamos el poder. Me es inconcebible el retorno de la derecha en nuestro país. Yo ya le dije a Daniel Ortega. Pase lo que pase, hagamos lo que tengamos que hacer, el mayor costo político es la pérdida del poder. Habrá Frente Sandinista hoy, mañana y siempre”. Y la consigna borgiana se está cumpliendo.
La sesión del martes pasado en el Congreso es ilegal, pues no estaba completa la junta directiva, pero contra viento y marea la iniciaron con la presencia de los traidores vendidos de la ALN y con otros saltimbanquis que siempre andan en busca de más y más prebendas y que se han vendido al partido danielista. Sus nombres son de sobra conocidos, y son ellos quienes han convertido en un tiangue, en un mercado, el augusto salón de sesiones de la Asamblea Nacional.
“Se vende la República de Nicaragua, decía jocosamente en el siglo pasado el escritor Giovanni Papini, produce bananos y minería”. Nada más que aquello era una broma de mal gusto, pero una broma, una sátira de un famoso escritor europeo hacia un pequeño país bananero en la América Central.
Hoy no es broma. Hoy se vende la dignidad de la Patria. Hoy algunos llamados diputados, en mala hora escogidos, están vendiendo con sus votos la democracia nicaragüense y entregándola a una dictadura tipo Chávez en Venezuela. Estos seudodiputados son esa chusma que suele repetir dicharaches vulgares y chocarreros como éstos: “aprovechá Macario que esto no es diario”, o “estas son pocas y vienen tarde”.
Cuando tomaron posesión de sus cargos hicieron la promesa de ley y prometieron respetar la Constitución y las Leyes y se les sentenció: “Si así lo hiciereis que la Patria os premie y si no, que ella os lo demande”. Tarde o temprano la Patria se los demandará.
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