Bueno compatriotas, ¿qué esperan para estallar en carcajadas? ¿Dónde está nuestro sentido del humor? ¿No ven que el compañero comandante pueblo presidente Daniel ha estado bromeando todo este tiempo?
¡Y nosotros que hemos estado preocupándonos y haciendo hasta el ridículo queriendo llamar la atención internacional!
Su última gracia, eso de disolver la Asamblea Nacional si los empresarios del Cosep lo apoyaban, nos puso a muchos bastante nerviosos, pero los empresarios, que son más vivos que cualquiera de nosotros, la agarraron en el aire y disfrutaron el chiste.
La verdad es que tenían que ser los perspicaces empresarios los que nos sacaran de nuestro error.
Pero no nos culpen a nosotros, simples ciudadanos, por no haber entendido las bromas del Presidente, pues sin duda hay que tener una inteligencia superior para agarrarle la gracia, ya que, como dice el doctor Moisés Hassan en un pasaje de su libro La Maldición del Güegüense: “La cara de Ortega (es) inescrutable, inexpresiva…”.
Si a un doctor en Física como Hassan le resulta difícil descifrar a Ortega, ¿cómo pueden esperar que nosotros sepamos cuándo está bromeando y cuándo está hablando en serio?
Pero para eso están los empresarios, ¿no? Por eso digo que es hora de que empecemos a disfrutar de las ocurrencias de este bromista empedernido.
Empecemos a reír, pues, porque eso de que el pueblo es presidente y el presidente es él, por lo tanto el pueblo es él… es una broma.
Aquella apaleada que le dieron a los ciudadanos cuando se les ocurrió protestar por el fraude electoral del 2008… era más bien algo así como lo que los gringos llaman un “practical joke”.
La garroteada a los de la Coordinadora Civil… pues me imagino que debe ser otra jugarreta como la del párrafo anterior.
Y lo que dijo en Cuba de que lo mejor era el monopartidismo, pues se estaba riendo de Fidel. Imagínense, hasta irreverente se ha vuelto.
Eso de que quiere reelegirse indefinidamente y que espera vivir por lo menos hasta los 97 años, es que estaba bromeando con el periodista que lo entrevistó. Pero al pobre colega le pasó igual que a nosotros y lo puso en el reportaje como que si el compañero comandante pueblo presidente Daniel estuviera hablando en serio.
La sentencia 504, que fue hecha sólo por magistrados orteguistas y que trata de justificar su candidatura aún en contra de lo que dice la Constitución, debe de ser también una broma.
El decreto 3-2010, que manda inconstitucionalmente a los funcionarios a permanecer en sus cargos aunque se les haya vencido su período, es otra broma. Ésa es muy parecida a la broma sobre la demolición de las instituciones.
Los morteros y las piedras contra el Holiday Inn que lanzaron el abogado Rafael Solís y un grupo de muchachos no fue más que otra broma.
Ya me imagino las carcajadas que nos vamos a tirar cuando se esté poniendo (en broma) la banda presidencial el 10 de enero del 2012.
Todos vamos a reír, los empresarios también, porque para ellos el único chiste de mal gusto sería que se afectara “el clima de negocios”. Eso, por alguna razón, no les cae en gracia.
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