CORRESPONSAL/MIAMI/FLORIDA
Jessica Aguilar siempre está pendiente de las noticias. Esta nicaragüense, originaria de la ciudad de León, dice estar al tanto de las informaciones a la espera de una buena noticia: la aprobación de la reforma migratoria que resuelva su situación de inmigrante sin documentos en Estados Unidos, donde reside desde hace cinco años.
Para ella, la vida se ha tornado difícil porque no posee licencia para conducir ni un permiso de trabajo.
No tiene un empleo fijo y se moviliza por horas en autobuses para trasladarse al trabajo, cuando logra conseguir empleo. “Estamos pidiéndole a Dios que haga el milagro. Cuando no se tiene un permiso de trabajo, tenés que agarrar lo que conseguís y siempre te dan los trabajos más duros y no bien pagados. Con un permiso de trabajo, la situación sería otra, podría tener licencia (de conducir) y buscar mejores oportunidades de trabajo”, explicó Jessica.
Una reforma migratoria también acabaría con el temor de Jessica, de caer en cualquier momento en una de las redadas que realiza el Servicio de Inmigración y Aduana (ICE, por sus siglas en inglés), una actividad que se ha incrementado a lo largo de la nación estadounidense.
La situación se ha complicado para los inmigrantes. La ley antiinmigrante de Arizona, la SB 1070, ha divido al país, y existen amenazas de aprobar leyes similares en otros estados, entre ellos la Florida.
EL MOMENTO MÁS DIFÍCIL
Nora Sándigo, directora de la Fraternidad Americana Nicaragüense, ha trabajado los últimos 22 años en pro de los inmigrantes en Estados Unidos y considera que hoy los inmigrantes están viviendo el tiempo más difícil, debido al recrudecimiento de las leyes de inmigración y la xenofobia contra la población indocumentada, principalmente la hispana.
Sin embargo, se muestra optimista. “Creo que cuando las cosas se tornan más oscuras, hay más probabilidades para una solución”, dijo Sándigo.
Aunque el estado de la Florida es uno de los más seguros para la inmigración indocumentada, la situación podría cambiar. El congresista estatal William Snyder, un ex policía que actualmente preside la Comisión de Justicia en el Congreso del Estado, dijo estar considerando introducir una ley similar a la SB 1070, contra la inmigración ilegal en la Florida. La declaración de Snyder ha causado preocupación entre activistas e inmigrantes.
Algunos candidatos a cargos de elección popular, tanto estatal como federal, incluso hispanos, han manifestado su apoyo a la Ley SB 1070. También el 58 por ciento de los votantes de la Florida apoyan la reciente aprobación de esa ley controversial.
La Florida es uno de los estados con mayor población indocumentada, cerca de un millón, y ocupa el tercer lugar después de Texas y California.
“En mi experiencia no había visto esta crisis de xenofobia, de odio racial contra los inmigrantes, no lo vimos siquiera después del 9/11 (ataque terrorista contra las torres gemelas de Nueva York); te puedo decir que es cierto que siempre ha habido redadas, temor en los inmigrantes, pero no se había vivido una crisis como la actual”, comentó Sándigo.
“Es el tiempo más difícil para los inmigrantes hispanos sin estatus legal, para los hijos de éstos, miles de estos niños están sufriendo por la deportación de sus padres, la situación afecta incluso a los hispanos que ya son residentes y ciudadanos de Estados Unidos, porque ellos tienen familiares indocumentados”, expresó Sándigo.
EL 4 DE JULIO ES CLAVE
Ronald Soza, cuya esposa, Maricela, fue deportada hace año medio, ha logrado esquivar en varias ocasiones su detención y deportación, manteniéndose oculto de los agentes de ICE.
Hace días, Ronald asistió en Miami a uno de los eventos más importantes en la vida de su hijo menor, la graduación en la escuela primaria.
Igual que Jessica, los miembros de la familia Soza esperan que el presidente Barack Obama cumpla con su promesa de aprobar una reforma migratoria, porque ésa sería la solución a la mayoría de sus problemas y de millones de personas que igual han cifrado sus esperanzas en esa ley.
Nora Sándigo considera que si antes del 4 de julio no se ha logrado introducir una ley migratoria en el Senado, la probabilidad de discutirla y aprobarla en el 2010 es nula.
“Las próximas semanas son determinantes. Estamos en período de elecciones nacionales para el Senado y el Congreso, existe probabilidad de que los demócratas pierdan asientos en el Senado y eso haría más difícil la aprobación de una ley en el período del presidente Barack Obama; se requiere de la voluntad de ambos partidos y del apoyo decidido del Presidente”, advirtió la activista de origen nicaragüense.
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