CORRESPONSAL/GRANADA
La reubicación de unas cinco vendedoras de golosinas, frutas, alimentos y gaseosas, que están a la entrada del hospital Amistad Japón Nicaragua, de Granada, podría ser posible en los próximos días ante la demanda que ha hecho el patronato del centro hospitalario a la Alcaldía municipal.
El problema ha sido abordado en las administraciones anteriores, y lo que se demanda es despejar la vía para que las ambulancias puedan entrar cuando llevan pacientes a emergencia.
El alcalde liberal Eulogio Mejía dijo ayer que no se van a desalojar, si no que se está coordinando con la junta directiva del hospital y la Policía una salida favorable que no vaya a afectar a las señoras que venden en el sitio, pero sí es una insistencia de las autoridades del centro porque violentan las normas técnicas.
“El hospital tiene problemas serios sanitarios en el frontis a causa de estas ventas y es eso lo que se ha planteado y esas ventas no pueden seguir ahí”, dijo Mejía.
Agregó que la asesoría legal de la comuna tiene el caso en este momento, para ver qué medidas se tomarán. “Una opción sería buscar espacio en un terreno baldío que está frente al lugar y se puede hablar con los dueños para ver si lo quieren rentar, y la otra salida podría ser que se alineen un poco más sobre la calle que va hacia los juzgados”, dijo Mejía.
El alcalde expresó que el objetivo es dar las condiciones higiénicas de salubridad que exige el hospital, liberar del atasco de vehículos, buses y taxis que se hace en ese punto en horas pico y especialmente cuando llegan las ambulancias.
Doña Elida Arana, vendedora en el sitio, opinó que si las ubican en ese terreno que dice el alcalde, no venderán nada y considera que sería una grosería quitarles el derecho a ellas y sus compañeras a ganarse la vida. “Yo vendo aquí desde 1998 y con esto he mantenido a mis hijos; yo no estorbo a la ambulancia, aquí estoy alineada”, dijo Arana, quien asegura que desde las 3:00 a.m. llega a vender sus golosinas, jugos y galletas.
En la propia puerta del centro hospitalario vende doña Gladys Borge y en frente se ubican doña Carmen y Margarita. Todas dicen que tienen más de 10 años de estar ahí y que ahora temen ser reubicadas.
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