ARGENTINA/AFP/EFE
Argentina se convirtió, desde ayer en la madrugada, en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio homosexual, con un histórico voto en el Senado, que fue celebrado por la presidenta Cristina Kirchner.
Mientras que el presidente de la Comisión de la Paz, Defensa, Gobernación y Derechos Humanos de la Asamblea Nacional, diputado Maximino Rodríguez, aseguró que en el parlamento nicaragüense se han escuchado rumores de que se presentará una propuesta de ley para autorizar matrimonios homosexuales, pero que él ha percibido entre sus colegas diputados “un rotundo no” a la posibilidad de aprobarla.
“La cultura nuestra es diferente (a la de Argentina)”, dijo el diputado Rodríguez.
Por su parte la diputada Ana Julia Balladares, presidenta de la Comisión de la Mujer, Niñez, Juventud y Familia de la Asamblea Nacional, explicó que en la Constitución Política de Nicaragua se establece claramente que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, y por tanto la aprobación de una ley nicaragüense que autorice el matrimonio entre homosexuales tendría que pasar por una reforma constitucional.
La procuradora Montiel reconoció que en Nicaragua no se podría hablar en estos momentos de aprobar una ley de este tipo, porque aún se está luchando por el reconocimiento de que los homosexuales tienen sus propios derechos.
Señaló como importante el hecho de que en Argentina fue el partido de gobierno el que impulsó la ley para autorizar matrimonios homosexuales, y que en Nicaragua el actual Gobierno “ha hecho su esfuerzo”, pero se tendría que realizar una intensa revisión jurídica para lograr lo de Argentina.
“No dudo que en un momento determinado sea posible, no hay democracia cuando no se reconocen los derechos de las minorías”, expresó la procuradora Montiel.
La procuradora Montiel señaló que por su parte ella nunca ha conocido de alguna propuesta para que en la Asamblea se autoricen los matrimonios homosexuales.
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La ley fue aprobada con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, tras una maratónica sesión de más de 13 horas y pese a la oposición de la Iglesia católica, culto ampliamente mayoritario en el país, que lideró una intensa movilización social para impedir la aprobación del proyecto.
La iniciativa, apoyada por el gobierno peronista de Kirchner, consagró por ley los matrimonios gays y ahora sólo falta su reglamentación por el Ejecutivo.
La presidenta de este país, Cristina Fernández de Kirchner, consideró la legalización como un “hito”. La medida “creo que sinceramente refleja un hito en cuanto a la ampliación de derechos civiles en la República Argentina, y me parece que habla bien del conjunto de la sociedad”, declaró durante un encuentro con la prensa en Shanghai, en el último día de una visita oficial a China.
Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a nivel nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
En América Latina únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles (que dan derechos más o menos ampliados) entre personas del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, y la boda gay en Ciudad de México.
Centenares de manifestantes, que aguardaron el resultado frente al Parlamento en una fría madrugada, festejaron la votación que respaldó un dictamen de la Cámara de Diputados aprobada semanas atrás.
La mayoría de los senadores rechazó además una moción que impulsaba la unión civil, que negaba derechos como la adopción.
María Rachid, titular de la Federación de Lesbianas Gay Bisexuales, festejó el reconocimiento como “un primer paso para lograr una sociedad más justa”.
REFORMAS AL CÓDIGO CIVIL
La nueva legislación contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de “marido y mujer” por el término “contrayentes” o “cónyuges”, al tiempo que iguala derechos y obligaciones, incluyendo temas de herencia, beneficios sociales y patrimoniales, además de la adopción.
Hasta el momento, podían adoptar los matrimonios o las personas solas, por lo que en el caso de las parejas homosexuales no podían hacerlo como tales sino en forma individual.
Ahora, estos últimos podrán inscribirse para adoptar juntos, lo que les concede los mismos beneficios y obligaciones en caso de separación o fallecimiento.
El tema de la adopción fue el más controvertido y el que levantó más voces en contra. “Queremos mamá y papá”, “Viva la familia”, “Decimos sí a la verdadera familia”, fueron algunas de las consignas que enarboló una multitud que manifestó frente al Congreso contra la sanción de la ley, convocada por la Iglesia católica.
IGLESIA CATÓLICA REACCIONA
La Iglesia católica, culto mayoritario de Argentina, digería ayer el traspié por la aprobación de la controversial ley.
La legislación “carece de la necesaria legitimidad social porque desconoce la fuerte expresión del federalismo argentino y el amplio consenso social en el país”, aseguró Alfonso Delgado, Arzobispo de la provincia de San Juan, en el oeste del país. “Se trata de un daño grave al bien social”, insistió Delgado.
La mayor autoridad católica en Argentina, el cardenal Jorge Bergoglio, llamó “proyecto del demonio” a esta legislación.
El asesor laico de la Conferencia Episcopal Argentina, Guillermo Cartasso, sostuvo ayer que la aprobación de esta legislación “violenta el principio de igualdad, ya que se pretende tratar de idéntica manera a situaciones que evidentemente no son idénticas entre sí”.
El fuerte rechazo de la jerarquía eclesiástica católica incluyó sanciones a clérigos que apoyaron la iniciativa, como el caso de un sacerdote de la provincia de Córdoba, en el centro del país, a quien sus superiores le prohibieron oficiar misas y bodas.
“EJEMPLO” PARA AMÉRICA LATINA
Las asistentes a una reunión, sobre asuntos de género que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) celebra en Brasilia, acogieron ayer con entusiasmo la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo y la calificaron de “ejemplo” para América Latina.
Y dispuestos a seguir ese ejemplo se mostraron los colectivos de homosexuales de Uruguay, Perú y Puerto Rico, país del que procede el cantante Ricky Martin, quien recientemente hizo pública su homosexualidad y felicitó a la sociedad argentina desde su perfil en la red social Twitter.
En la nación vecina, Uruguay, el colectivo Ovejas Negras, que representa a lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales del país se apresuró a celebrar la nueva ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina, lo que consideró un “logro fundamental para el continente”.
De hecho, animados con el logro, el colectivo anunció que prepara una iniciativa similar que está siendo analizada por varios catedráticos de derecho de la Universidad de la República de Uruguay, la cual será presentada una vez listo en la Comisión de Constitución y Códigos del Parlamento.
En Perú, al menos dos organizaciones homosexuales anunciaron que buscarán alianzas con líderes políticos que se presenten en los comicios generales del próximo año, para promover el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Desde EE.UU., Jarrett Barrios, el primer senador abiertamente gay en Massachusetts, apreció que “este avance de Argentina constituye un paso histórico para los latinoamericanos gays y lesbianas y sus familias”.
En los días previos a la sesión del Senado, la Iglesia y el gobierno de Kirchner se enfrascaron en una dura polémica, que se trasladó al final de la sesión del Senado entre legisladores oficialistas y de otros partidos con colegas contrarios a la norma.
Antes de votarse la ley, nueve parejas del mismo sexo obtuvieron desde diciembre pasado permisos judiciales para contraer enlace por registro civil, algunos de los cuales fueron anulados por otros jueces, aunque todos están en proceso de apelación, incluso ante la Corte Suprema.
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