14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Fernando Centeno Chiong

Sociedad civil, democracia y pluralismo

La secretaria de Estado norteamericano , señora Hillary Clinton, ha puesto en evidencia una vez más los tres pilares en los cuales se cimenta una verdadera democracia: Gobierno representativo, un mercado libre y una eficiente sociedad civil.

Sociedad civil es relativamente un concepto moderno que parte del hecho de que es necesario incidir en forma colectiva en la toma de decisiones en el ámbito político, social y económico de una sociedad desde fuera de las estructuras de gobierno.

Esta incidencia nace del principio que los ciudadanos tienen el derecho de involucrarse en los asuntos de su país y lo cual se puede hacer no sólo en forma individual sino colectiva, a través de una figura jurídica o no. Derecho contemplado ampliamente en nuestra Constitución Política y respaldada por convenios y tratados internacionales.

Actualmente la sociedad civil enfrenta nacional e internacionalmente una serie de amenazas y ofensivas contra la democracia, la cual se manifiesta entre otros en ataques a sus activistas, y restricción del espacio a las organizaciones especialmente a los grupos de asistencia democrática.

El llamado de la señora Clinton y reiterado aquí por el embajador Callahan ha enfatizado que la democracia no puede existir sin el pluralismo y que la sociedad civil encarna este pluralismo y por lo tanto un “ataque al pluralismo y a la sociedad civil es un ataque también contra la democracia”.

En Nicaragua la sociedad civil está jugando precisamente el papel que le corresponde en un país donde se atenta contra la democracia y se vulneran constantemente los principios constitucionales, los derechos humanos y las libertades públicas.

Leyes como la de Participación Ciudadana, Acceso a la Información Pública, Ley de Desarrollo Integral de la Juventud, Ley de Municipios, Ley de Igualdad de Oportunidades y otras han sido lanzadas al abismo de la indolencia por este Gobierno que teme al ejercicio del derecho soberano de incidir desde dentro y fuera de estas organizaciones en los cambios que demanda la sociedad.

“Si quienes vivimos en democracia deseamos preservar y fortalecer nuestro sistema de gobierno debemos de proteger a la sociedad civil”, ha reiterado la secretaria de Estado, Clinton.

Cuando un ciudadano está organizado puede saber y conocer lo que pasa a su alrededor y compartir y expresar sus ideas a fin de mejorar su incidencia en las decisiones políticas, económicas o sociales que fortalezcan nuestra endeble democracia.

Sólo conociendo y usando estos derechos se puede exigir a los servidores públicos y el Gobierno el cumplimiento de las leyes y sus obligaciones bajo el concepto que el ciudadano es “un ciudadano patrón” y a la vez un “ciudadano soberano” y dentro de un marco de civismo y solidaridad deben participar en los cambios que se necesitan.

Bien ha dicho también el embajador Callahan al comentar el discurso de la señora Clinton, que “en aquellos países en que la democracia no se ha arraigado, o permanece frágil o en peligro, debemos de inspirar o alentar a los activistas porque ellos son los verdaderos guardianes del pluralismo”.

El autor es miembro del Grupo Projusticia

 

Opinión democracia Pluralismo socieda civil archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí