Por Amir Shah
KABUL/AP
Centenares de afganos indignados quemaron este jueves una bandera estadounidense y entonaron consignas de “¡Mueran los cristianos!” en rechazo por el plan de un pastor protestante de la Florida de quemar varios ejemplares del Corán en el aniversario de los atentados islamistas del 11 de septiembre.
Las autoridades locales de Mahmud Raqi, capital de la provincia de Kapisa a unos 100 kilómetros (60 millas) al noreste de Kabul, estimaron que unas 4.000 personas participaron en la protesta. Empero, el vocero de la OTAN James Judge dijo que sólo asistieron entre 500 y 700.
“La policía nacional afgana evitó que la protesta abrumara un puesto militar afgano” y dispersó a los manifestantes, indicó a The Associated Press.
Judge agregó que la quema del Corán es “precisamente el tipo de actividad que usa el Talibán para alimentar su propaganda y reducir el apoyo popular a las fuerzas de la coalición”.
Abdul Hadi Rostaqi, un clérigo de la provincia de Balkh, indicó hoy que, de ocurrir la quema, “habrá una gran protesta” el próximo lunes en la capital provincial de Mazar-i-Sharif.
Líderes políticos y religiosos islámicos, y varios funcionarios estadounidenses, pidieron al pastor que cancele el plan y advirtieron que podría repercutir en actos de violencia contra los estadounidenses. El reverendo Terry Jones, de la iglesia Dove Outreach Center, en Gainesville, Florida, prometió quemar el sábado varios ejemplares del Corán, pese a que le ha sido negado el correspondiente permiso para efectuar a quema.
Unas 200 personas quemaron la bandera estadounidense y se manifestaron en la ciudad paquistaní de Multan.
“Si el Corán es quemado será el comienzo de la destrucción de los estadounidenses”, proclamó un cartel escrito en inglés que empuñaban los manifestantes y que coreaban “!Abajo Estados Unidos!”.
El canciller iraní Manouchehr Mottaki dijo que la quema ocasionaría repercusiones y causaría “reacciones en el mundo musulmán así como entre los seguidores de otras religiones”, según la agencia noticiosa oficial IRNA.
Además, hay temores por la suerte que puedan correr los cristianos de los países musulmanes. Canon Andrew White, capellán de una iglesia anglicana en Bagdad, dijo que el ejército iraquí le advirtió que su iglesia ha sido amenazada.
Las medidas de seguridad fueron reforzadas el jueves en torno a la iglesia de la Virgen María en el centro de Bagdad, donde varios vehículos militares bloquearon la entrada y fueron emplazados más soldados para protegerla.