MANAGUA/ESTELÍ
La asociación de exportadores del país reconoce la importancia que se garantice el suministro de frijol a nivel local ante la escasez que se comienza a sentir en los mercados en diferentes departamentos del país y que ha provocado la especulación elevando el precio de la libra del rubro. No obstante, espera que el Gobierno no opte la medida de restringir las exportaciones.
Aunque el daño de la cosecha de primera de frijol a nivel nacional es del 30 por ciento debido al exceso de humedad por las lluvias, en algunas zonas la situación es más complicada que en otras. En Estelí las pérdidas llegan al 49 por ciento, según datos de la delegación del Ministerio de Agropecuario y Forestal (Magfor).
Enrique Zamora, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), respaldó la medida de abrir la importación de frijol para asegurar el abastecimiento y frenar la especulación con el precio.
Zamora espera que no se quiera justificar la situación de parte del Gobierno para imponer ninguna restricción a las diez empresas exportadoras nicaragüenses, por cuanto les provocarían serios perjuicios económicos.
EXPORTACIONES DISMINUIDAS
La exportación de frijol nicaragüense el último mes se ha disminuido, de acuerdo con los datos del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).
- Tanto la leche y sus productos derivados, como el queso y la crema, también están comenzando a incrementar en sus precios, afectados por la reducción en la producción de hasta 40 por ciento en la zona lechera de Chontales.
Wilmer Fernández, presidente de la Cámara de la Leche en Chontales, dijo que el alza en los lácteos se debe a la poca producción de leche que suele darse en septiembre.
Además, que este año ha sido difícil el traslado de la leche de las fincas ganaderas a los acopios por los malos caminos.
Las zonas más afectadas son las de la costa del lago, la zona baja de La Serranía de la Meseta de Chontales y de la parte más húmeda.
“Con la baja producción hay menor materia prima, lo cual hace que las empresas transformadoras demanden mayor cantidad de leche, producto de esto se incrementan los precios”, explicó Fernández.
Dijo que la mayor demanda de las plantas es porque al poder captar mayor cantidad de leche a un mejor precio, les permite luego incrementarlo.
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De enero a agosto se contabilizan 56.4 millones de dólares. Pero en lo que va de septiembre suman US$$58.9 millones, es decir se ha comercializado sólo 2.5 millones más cuando el ritmo por mes ha sido en promedio de US$$8 millones.
Los mercados principales del frijol nicaragüense son El Salvador, Costa Rica, Honduras, Estados Unidos y Puerto Rico.
Zamora dice que es normal que se exporte menos frijol, “ya que existe una situación especial en la cosecha de primera, donde hay poca y la calidad sale afectada por la humedad”.
Espera que el Ministro de Comercio les convoque esta semana, después del feriado, para establecer una coordinación sobre la exportación.
“Hemos tenido situaciones similares anteriormente y esperamos se actúe responsablemente para mantener el consumo local y logremos un plan que nos permita cumplir los compromisos con nuestros mercados”, dijo Zamora.
PRODUCTORES AFECTADOS
El delegado del Magfor en Estelí, José Ángel Rugama, aseguró que se perdió el 49 por ciento de la cosecha del frijol del departamento y que lo que se salvó tiene poco rendimiento.
“Significa que si antes el productor sacaba entre 15 y 20 quintales por manzanas, este año andamos entre los 8 y 12 quintales”, dijo Rugama.
El productor Antonio Centeno, de la comunidad de Las Cámaras, en San Nicolás, a pesar de que sembró en laderas solamente podrá sacar entre dos y tres quintales cuando esperaba obtener 33 quintales.
Yuli Mendoza, de la comunidad Los Plancitos, sólo obtuvo cuatro quintales de su manzana sembrada, cuando en el ciclo pasado logró 20 quintales de frijol. Ambos esperan sobrevivir con su familia con el poco frijol y no pasar hambre mientras se prepara para la postrera.
LIBRA CARA EN LOS MERCADOS
En los tramos del mercado Roberto Huembes se ven pocos sacos de frijoles y, a diferencia del resto de granos, no tienen el rótulo que muestra su precio.
Los comerciantes han optado por esta estrategia para no ahuyentar a los clientes que “salen corriendo” ante el incremento en el precio del grano, que ayer domingo alcanzó los 15 córdobas la libra.
Al menos así lo explicó Margarita González, una comerciante que se limitó a comprar un quintal de frijol porque a los mayoristas se los venden a 1,500 córdobas.
“Si la gente cuando pasa ve que valen 15 córdobas, se van y no se detienen. Entonces si no está el precio, se detienen a preguntar y piden rebaja. Si llevan de 20 a 15 libras les rebajamos, pero si llevan dos, así se queda el precio”, señaló.
Los comerciantes de este mercado expresaron que los proveedores ya les anunciaron que debido a las lluvias y la pérdida de las cosechas, el precio para los distribuidores será de 15 córdobas por libra y que el producto estará más escaso, por lo que no será extraño que durante esta semana los consumidores paguen 18 córdobas por cada libra.
Pero en la tienda de abarrotes La Chayito, ubicada en el mercado Iván Montenegro, se ofrecen frijoles rojos a tan sólo 12 córdobas la libra. Según su dependienta, aunque es de buena calidad, no es un frijol nuevo, sino que eran reservas que estaban almacenadas.
En el mercado Mayoreo también se quejan del alto precio y la escasez del grano. A este centro de compras, el frijol que proviene de Yalagüina dejó de llegar y se están abasteciendo únicamente con el que llaga de Matagalpa.
Pero el incremento en el precio del frijol también impactará directamente a los negocios de comiderías.
Doña Adela Tenorio no ofreció ni frijoles ni gallo pinto a los comensales del mercado Iván Montenegro. Ante el alza de los precios ha optado por poner como guarnición una porción de espagueti.
“Hay que reducir el precio o reducir la porción. Ahora no se hace el gallo pinto muy pinto, sino con menos frijoles para no molestar mucho al consumidor con los precios”, indicó Tenorio, quien vende entre 5 y 10 córdobas una porción de gallo pinto que llena menos de la que vendía la semana pasada.
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