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Eduardo Enríquez

Algo positivo, por ahora

A veces tengo sueños en los que trato de hacer algo sencillo, marcar un número telefónico, por ejemplo, y por más que lo intente no logro completar los números. Es desesperante. Me imagino que una pesadilla como ésa debe estar viviendo el Compañero Comandante Pueblo Presidente Daniel, quien por más que ha intentado legalizar su pretendida opción a reelegirse, no ha podido.

Todo se ha quedado en ridículos intentos como este último, en que dos de sus seguidores en la Asamblea Nacional, el Presidente y la segunda secretaria de la Junta Directiva, enviaron a publicar en La Gaceta una versión de la Constitución que contiene el “resucitado” párrafo del artículo 201 que data de la Constitución de 1987, que desde un principio fue considerado “transitorio” y que por lógica elemental perdió vigencia hace 20 años.

Este nuevo intento del Presidente de hacer creer a la gente no sólo de que tiene derecho a optar a la reelección sino de que es “legal” que los mismos zánganos que hicieron el fraude en el 2008 le cuenten los votos en el 2011, está pegado con saliva.

Y es por eso que quiero destacar algo positivo que pocas veces se ha reconocido en estos tres años y nueve meses que Ortega tiene de gobernar, y durante los cuales no ha cejado un solo día en su afán de quedarse en la Presidencia.

Lo positivo es que hasta el día de hoy (no sé mañana) ha habido suficientes diputados del PLC, de Vamos con Eduardo, del MRS, y algunos de los llamados independientes que se han negado a reformarle la Constitución a Ortega para que su oportunidad de postularse sea al menos legal.

Hay que reconocer que estos diputados han resistido presiones y halagos a los que ya han cedido una buena parte de sus colegas, entre 10 y 12, que han preferido empeñar sus nombres y empañar sus apellidos a cambio de quién sabe qué beneficio o cediendo a quién sabe qué presión.

Ortega ha intentado reformar la Constitución en el 2007, en el 2008, en el 2009 y en esta su última oportunidad en el 2010 (ya que necesita dos legislaturas para aprobar una reforma constitucional y la de 2011 es la última) pero se le ha hecho imposible alcanzar los 56 votos.

A veces los nicaragüenses generalizamos al extremo y decimos “todos esos diputados son unos sinvergüenzas”, pero esos diputados del PLC, los de Vamos con Eduardo, los MRS y algunos independientes (incluso hasta algunos de ALN) se han negado a servirle en bandeja la reelección a Ortega. Eso debemos reconocerlo porque el dictador y sus “compañeros” pueden inventar mil y una triquiñuelas pero no van a convencer a nadie de la legalidad ni de la legitimidad de sus jugadas.

Podría ser que el día de mañana Ortega logre doblegar o comprar suficientes votos como para llegar a los 56 y más. No voy a meter mis manos al fuego por nadie, pero sí creo que es un deber reconocerle a esos diputados al menos la labor que han hecho hasta el día de hoy.

Un reconocimiento que también hay que extenderles, al menos hasta el día de hoy, a los magistrados liberales que se han negado a prestarse al juego orteguista en la Corte Suprema. Ojalá resistan. [email protected]

Columna del día Opinión
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