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Mauricio Díaz D.

Andrés Castro, Sandino, Darío y “el gallo más gallo”

En el colmo del descaro, del abuso de poder y la megalomanía, ahora Ortega es más grande que nuestros próceres y héroes nacionales: Más valiente que Andrés Castro, más grande que el General de Hombres Libres y más brillante intelectualmente que nuestro panida universal, Rubén Darío.

Pretenden manipular nuestros sentimientos nacionalistas y patrióticos equiparando en los grandes rótulos en calles y avenidas, en caseríos, ciudades y carreteras, que nos muestran el rostro del iluminado líder por sobre las caras disminuidas de los próceres, como que éstos no aportaron nada ante la magnificencia de un presidente agigantado por la propaganda neonazi.

¡Cuánta ridiculez! Y cuánto aguante de un pueblo que ya perdió su capacidad de asombro, que guarda silencio y se traga los absurdos elevados a política del Estado-familia/partido.

Por qué no destinan mejor esos recursos a combatir la mendicidad adulta e infantil de quienes desde las esquinas y los semáforos (“un semáforo en Managua chorrea sangre tricolor”) no tienen tiempo de levantar la vista hacia el cielo del orteguismo (“hombres y mujeres mutilados”) (“Flora y fauna maltratada”) (“Niñas y niños sin amor”), mientras las falsedades del discurso oficial nos habla de que somos ahora el país con menor inequidad de Centroamérica. Posiblemente sea una referencia a una inequidad en la oligarquía poseedora de los medios de producción.

Después de casi cuatro años de un gobierno populista, demagogo, corrupto, corruptor y despilfarrador, con una tasa de desempleo grave que intenta implantar un “modelo chancho con miel”, inspirado en las viejas prácticas comunistas fracasadas mezclándolas con la ortodoxia del FMI, maldiciendo la vaca capitalista pero bebiéndose su leche ubérrima, que amamanta a la nueva oligarquía “revolucionaria”, resulta que hay quienes siguen creyendo en que esto es una continuación de la revolución de los años ochenta.

Y a la par del desprecio a la democracia y a los derechos humanos de los nicaragüenses, del manoseo a la Constitución Política y a las instituciones del Estado, y de tantos y tantos atropellos, de tanta locura, personas intelectualmente capaces devienen en epígonos de este régimen que cuenta todavía con apoyo popular, a pesar de todas las barbaridades que día a día comete.

¿Por qué?

Si no fuese que “Poderoso caballero es Don Dinero” tendría justificación si el caudillo dispusiera de carisma y liderazgo, variable irracional que tiene que ver con los sentimientos, la identidad y la afectividad.

Es cierto que la utilización técnica de los mitos nacionales en el campo político, le reditúa beneficios en la estrategia que intenta vender a este gobierno como “revolucionario”, pero solo personas mentalmente cortas se tragan esa fábula.

Es cierto también que la enorme abundancia de los recursos petroleros de estos años, que le ha permitido al Gobierno distribuir dádivas, poco sostenibles y poco sanas, pero relevantes a los ojos de los sectores más desposeídos, es un factor que determina “cambios numismáticos” en la correlación de fuerzas políticas y socioeconómicas.

Es cierto asimismo que la carencia de una alternativa política creíble y unida le permite a este régimen imponer su agenda de atropellos constitucionales, jurídicos y políticos sin oposición. Sin embargo, como decía el gran politólogo Giovanni Sartori: “Toda legitimidad se deteriora después de una prolongada ineficiencia”. Yo le agregaría y de un sistemático abuso de poder. Efectivamente la legitimidad de Ortega está —paradójicamente— en creciente decadencia a pesar del ventajismo, de la utilización ilegal de los fondos públicos, la intimidación de la prensa y de los empleados públicos. Todos estos abusos y despropósitos van creando un caldo de cultivo natural que se revertirá contra este poder que desprecia la dignidad de las personas, que cree que los nicaragüenses somos cobardes y manejables como rebaños de reses.

Sólo falta una oposición democrática unida con un programa serio y coherente, lo que será sin dudas, una verdadera hazaña. Presentar una candidatura unitaria con un programa destinado a la recuperación, rehabilitación y reconstrucción de la República, pero sobre todo para evitar la imposición de una nueva dictadura, ésa es la tarea impostergable de los patriotas de Nicaragua. Por eso “estar contra la unidad más que un error político es un error contra la historia”.

El autor es vicepresidente Partido Social Cristiano Nicaragüense y diputado suplente del Parlacen.

Opinión Rubén Darío Sandino archivo

COMENTARIOS

  1. juan lopez
    Hace 14 años

    Este hombre si los tiene bien puestos, jamas lenin lo pudo reclutar como al pescadito jarquin o la nina miriam en las huelgas de los 80 con el scaas, este si los tiene bien puestos y ademas de eso tiene cerebro el hombre

  2. JOSE DAVID LAGUNA
    Hace 14 años

    Ncesitamos un terremoto politico que destruya desde su simientos el cancer que se expande por el pais y que tiene un nombre:FSLN que nos ha caido como un maldicion del mas alla, y que no ha podi do ser erradicado, debido a la complicidad del PLC propiedad de Ar noldo Aleman, el mas traidores que todos los traidores juntos. En tonces en el 2011 tenemos que extirpar ese cancer a como de lu gar, y si esos ladrones se quieren robar los votos otra vez, esa misma noche empieza la guerra final.

  3. acc
    Hace 14 años

    Excelente articulo. Pueblo, despierta y manifiestate de la misma manera que lo hace este ejemplar autor. Las dictaduras permanecen en el poder mientras los pueblos lo permiten. No nos convirtamos en complices del gobierno actual, ocupemos los canales de expresion y digamos no a Ortega hoy y en un año que Dios primero tendremos la oportunidad democratica de votar otra vez en contra del Orteguismo para dar paso a una opcion positiva para nuestro pueblo, nuestro pais.

  4. Eduardo Sanchez
    Hace 14 años

    Las únicas similitudes que conserva Nicaragua con el socialismo (castrista-estalinista) son las violaciones sistemáticas de los Derechos del Pueblo (públicos y privados). Los ejemplos abundan; secuestro de todos los poderes del estado, terrorismo callejero, secretismo, robos de tierras y empresas por la tiranía pederasta, saqueos al erario con triangulaciones de la ayuda externa, unilateralismo en la aplicación de las leyes con ausencia total de JUSTICIA, prebendatarismo y un nuevo prócer.

  5. el jincho de esteli
    Hace 14 años

    Asi es , y nuestro comandante es mas gallo que Anastacio somoza dbayle

  6. Roberto Attias
    Hace 14 años

    Gracias por expresarse con coraje latinoamericano.

  7. Ajedres sin cuadros
    Hace 14 años

    Quien va a ser el heroe que le ponga el Cascabel al Gato? Si todos jugamos al Gato y al Raton?

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