Falta un año para las elecciones nacionales y hasta hoy todo indica que el proceso se llevará a cabo con un padrón electoral inflado.
El especialista en temas electorales, Dionisio Palacios, afirmó ayer, durante un conversatorio organizado por la Fundación Konrad Adenauer, que el actual padrón electoral no es confiable porque no ha sido depurado y aún registra a ciudadanos fallecidos desde hace varios años. Además están las personas que se han ido del país, otras que han cambiado de domicilio y sus direcciones no han sido corregidas, y gente que está en las cárceles.
Según Palacios, un año previo a las elecciones es ideal para comenzar a empadronar. “No sería costoso, si de todas manera el Consejo Supremo Electoral (CSE) gasta 30 millones de córdobas en la verificación que se hace antes de cada elección, pero sin ningún resultado positivo, porque la verificación es para que el ciudadano vaya a verificar si la dirección electoral es la que le corresponde”, manifestó.
El experto señaló que no se debe confundir la verificación con la depuración del padrón electoral, porque la primera es sólo una parte, ya que en ese proceso no salen los fallecidos ni los que están fuera del país.
Palacios afirma que “el padrón está inflado no sólo con los muertos y la gente que está fuera del país, sino con cantidad de jóvenes que no han cumplido los 16 años y cuentan con una cédula. Eso es más difícil para depurarlo”.
Dijo que lo más recomendable para depurar el padrón electoral es realizar una auditoría con asistencia técnica internacional, con acreditación de fiscales y observadores.
“Auditoría se hace cada vez que se hacen elecciones internas, el mismo CSE nombra a alguno de sus técnicos para hacer algo que se llama auditoría, pero eso no es auditoría; tiene que ser técnica, el CSE tiene que prestar la facilidad a los auditores, el acceso a informática; los organismos internacionales tienen gente experta, solo faltaría la voluntad y el deseo de mejorar las cosas, porque la realizaría el propio Consejo con la ayuda técnica internacional”, comentó Palacios.
LOS PROBLEMAS CON LA CÉDULA
Otra de las recomendaciones de Palacios es establecer medidas a lo inmediato para corregir los errores detectados en la auditoría y realizar pruebas con la supervisión técnica necesaria en los procedimientos a utilizar en la recepción y procesamiento de los resultados de cada junta receptora de votos, previo a las elecciones, además de velar por el estricto cumplimiento en cuanto a las fechas establecidas en el calendario electoral.
En 2006 el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade) realizó una verificación técnica del padrón electoral de las regiones autónomas del Atlántico Sur y el Atlántico Norte, y uno de los hallazgos fue que a partir de 2003 las oficinas municipales de cedulación cierran y sólo se abren previo a las elecciones. Por eso la gente tiene que ir hasta la cabecera departamental para gestionar su documento de identidad.
En esas regiones sólo el 80.2 por ciento de la población fue ubicada en el padrón, mientras que el 19.8 por ciento no pudo ser ubicada.
Otro hallazgo de la verificación de Ipade indica que en las regiones del Caribe, en 2006, el 20.6 por ciento de la población no tenía ninguna identificación.
Un informe ejecutivo de la auditoría realizada por Ética y Transparencia en 2006, a nivel nacional, señala que el 17 por ciento de las personas que aparecen en el padrón no viven en el domicilio señalado o han fallecido, y el 10.3 por ciento de las personas nunca han vivido en el domicilio señalado, o la dirección no existe.
Ambos estudios recomendaron realizar cambios en el proceso de cedulación, sobre todo en el registro de identidad ciudadana.
FALTA ENTRENAMIENTO PARA EL PERSONAL
Dionisio Palacios señaló que en las oficinas de cedulación se dan muchos errores técnicos, por los cuales la ciudadanía muchas veces pasa años sin poder obtener su documento.
A su criterio, los errores que se comenten con frecuencia en las oficinas de cedulación se deben a que a la hora de reclutar a los técnicos, lo hacen con base en criterios de activistas políticos y no de capacidades técnicas.
“El técnico debe conocer bien todo el proceso y revisar bien su formulario, para no darle una cédula llena de errores; y uno, antes de entregar el formulario, debe leer que los datos estén correctos”, manifestó Palacios.
“Muchas veces, en el CSE, confunden las esquelas de solicitud y cambian la dirección”, aseguró Palacios.
En un recorrido que realizó LA PRENSA por los distintos distritos de Managua, la semana pasada, los problemas por cambio de nombres y apellidos mal escritos eran las quejas más comunes.
Palacios manifestó que con el cobro de los 300 córdobas por cédulas nuevas, que hace el CSE, al menos deberían capacitar al personal.
El experto hizo un llamado a la ciudadanía a que siga pidiendo y exigiendo el respeto a sus derechos y no pague los 300 córdobas por la nueva cédula, sino que espere la reforma a la Ley de Identidad Ciudadana que está en la Asamblea Nacional.
En cuanto a la elección de los nuevos magistrados del CSE, Palacios dijo que lo ideal es cambiar toda la estructura, ya que cambiar sólo a los funcionarios no contribuirá mucho para mejorar las deficiencias del Poder Electoral.
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