CORRESPONSAL/ CHINANDEGA
La Policía Nacional coordina investigaciones con la Policía Internacional (Interpol) y la Policía Federal de México, sobre el caso del chinandegano Ervin Bernardo Chávez Guido, de 22 años, quien hizo creer que había estado secuestrado por el grupo de Los Zetas.
Chávez apareció el jueves en el país junto a su compañera sentimental, originaria de San Luis Potosí, México, con quien habría ingresado por un punto de El Guasaule, zona fronteriza con Honduras.
Las autoridades analizan la partida de nacimiento de la pequeña de once meses que trajo la pareja e indagan si la mujer es realmente su madre. La niña fue entregada por una sobrina del detenido a una casa sustituta que eligió la delegación del Ministerio de la Familia (Mifamilia).
El comisionado mayor Lee Edwin López dijo que esperan que el informe que México enviará a Nicaragua contenga los posibles vínculos o antecedentes que pueda tener Lizbeth Isela Flores Castillo, de 18 años, con la organización criminal Los Zetas. Ella es conocida como Liz y supuestamente conoció al chinandegano en viajes anteriores en ruta hacia los Estados Unidos.
“Él (Chávez) efectivamente realizó llamadas a su familiar diciendo que estaba secuestrado y el número que aparece es de Lizbeth Isela Flores Castillo, de 18 años”, dijo el segundo jefe policial de Chinandega.
“Queremos ver si hay algo que los comprometa con las autoridades mexicanas o que sean objeto de búsqueda. Nosotros hacemos investigaciones locales”, agregó Lee López, quien cree que en dos semanas la Policía Nacional tendrá mayores informes.
INCONGRUENTE
La Policía lamenta que por el tiempo transcurrido desde que se conoció que el chinandegano supuestamente estaba secuestrado, es decir desde el 6 de septiembre, la familia no pueda suministrar otros números telefónicos desde donde se hicieron las llamadas para cobrar hasta 10 mil dólares por la “liberación” de Chávez.
Las declaraciones del detenido resultan fantasiosas para las autoridades. Fue capturado en la vivienda de su madrastra.
Chávez aseguró que escapó una madrugada al originarse un pleito con hondureños secuestrados, después de 18 días de estar en manos de Los Zetas.
Lo anterior consta en un expediente con la denuncia que hicieron los familiares el pasado 6 de septiembre, cuando una persona que llamó dijo que pedían 10 mil dólares por el chinandegano, bajando posterior el valor del rescate a 4 mil dólares, los que no pudo reunir la familia.
Según la Policía lo que marca la principal contradicción es el hecho del secuestro, la manera extorsiva de pretender sacar dinero a la familia y, al llegar al país, conocer que era objeto de búsqueda.
El detenido fue remitido a los juzgados por la orden judicial de captura emitida el 20 de mayo del 2008 por presunto homicidio en grado de tentativa.
La Policía está anuente a brindar protección a la familia del muchacho, si así lo piden, dijo el comisionado mayor López.
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