SAN JOSÉ/AP
Unos 200 refugiados e inmigrantes denunciaron este lunes una serie de tropiezos y dificultades que encuentran para establecerse en Costa Rica, que van desde la convalidación de títulos profesionales hasta los onerosos trámites que deben realizar.
Las principales preocupaciones de los participantes en un encuentro denominado Lazos sin Fronteras se enmarcaron en la educación, donde piden un enfoque intercultural y en los procesos de convalidación de los títulos académicos obtenidos en el extranjero.
Un comunicado de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que informó del encuentro, destacó que muchas personas refugiadas tienen educación superior que no se les reconoce por los “engorrosos trámites de convalidación”.
En cuanto a la salud, pidieron que se les facilite el acceso a los servicios de salud mental, considerando que se trata de una población que “suelen ser víctimas de abusos, explotación y otros maltratos durante su recorrido hacia el país de destino” o incluso en su nación de origen, apuntó ACNUR.
Otro de los problemas detectados en el encuentro se refirió a la documentación, con una solicitud para que los costos de los trámites para migrantes y refugiados sean menos caros.
Además, “mientras la persona es solicitante de la condición de refugiado, tiene prohibido trabajar, lo que les deja en una situación de incertidumbre económica”, destacó Jozef Merkx, representante del ACNUR en el país.
Por último, los jóvenes recordaron la importancia de tener acceso a créditos.
Aunque en la actividad participaron representantes de la dirección de Migración y otras dependencias del gobierno, por el momento no se dieron a conocer medidas que respondan a las inquietudes de los jóvenes. Ni en el ministerio de Educación ni la dirección de Migración respondieron las llamadas en busca de comentarios sobre el pronunciamiento de los inmigrantes.
En el despacho del viceministro de Gobernación, que atiende asuntos migratorios, se dejó un mensaje requiriendo un pronunciamiento sobre el asunto, que no había sido respondido.
ACNUR explicó que el proyecto tiene una tercera etapa, en la cual se ejecutará un plan de acción que evaluará el avance del proceso.
En Costa Rica viven más de 12.500 personas refugiadas, gran parte son jóvenes, mientras que unas 115.000 personas son migrantes entre los 15 y los 35 años.
Además de ACNUR y diversas oficinas de gobierno, en la actividad participaron agrupaciones como Defensa de los Niños Internacional y el Refugee Education Trust (RET).