WASHINGTON/ AFP
América Latina se está alejando de la influencia estadounidense, pero su líder político más crítico, Hugo Chávez, está sufriendo crecientes dificultades, según un informe anual de la Oficina Nacional de Inteligencia norteamericana divulgado ayer.
La principal amenaza en la región son la violencia y el poder corruptor de los cárteles del narcotráfico, mientras que fenómenos como la penetración iraní en algunos países son solamente un intento por parte de Teherán de romper su aislamiento, aduce el texto.
Presentado ante el Congreso por el jefe de la Oficina, James Clapper, esta Evaluación de Amenazas Mundiales divulgada anualmente sirve para orientar las necesidades presupuestarias de 16 servicios de inteligencia en el país.
El presidente Hugo Chávez enfrentará crecientes protestas el año entrante, en el contexto de una economía con “pobre desempeño” y una oposición “vigorizada”. A pesar de todo, Chávez sigue “firme en el poder”, añadió el texto.
En toda la región, “los esfuerzos regionales que debilitan la influencia estadounidense están ganando impulso”, explicó el informe.
La creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur, con 12 países en la actualidad) aumentó esa tendencia, en detrimento de la Organización de Estados Americanos (OEA), que durante seis décadas ha sido el foro continental por excelencia. “Los países sudamericanos, con una o dos excepciones, están crecientemente apelando a Unasur para responder a las disputas o la inestabilidad en la región”, explicó el texto.
“Las ideologías opuestas y las rivalidades regionales limitarán la efectividad de esas instituciones”, según los analistas de inteligencia.
“Irán continúa tendiendo la mano hacia América Latina para disminuir su aislamiento internacional y eludir las sanciones internacionales”, explicó el texto.
Cuba, aislada del sistema americano, está sufriendo igualmente duras privaciones, aunque el régimen por el momento puede sofocar las voces disidentes. “La situación económica es desesperada. Las principales fuentes de dinero extranjero como las exportaciones de níquel y el turismo han decrecido” para el régimen castrista, señaló el informe.
El líder cubano, Raúl Castro, anunció el año pasado el despido inicial de 500,000 trabajadores públicos y la liberalización bajo estricto control de algunas actividades privadas. “Dudamos que la economía cubana pueda absorber rápidamente a todos los trabajadores públicos, teniendo en cuenta todos los obstáculos burocráticos y estructurales (…)”, explicó este informe.
Durante la audiencia en el Congreso, Clapper explicó que una de las principales preocupaciones para los organismos de inteligencia es la situación en México. “Recientemente, elevamos este tema a ‘categoría uno’, la más alta, en términos de la prioridad dentro de nuestro marco de prioridades nacionales”, señaló Clapper.
A pesar de ello, “no hemos visto ese tipo de violencia sistemática de los cárteles desbordarse” al otro lado de la frontera, opinó la subsecretaria de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Interior, Caryn Wagner.
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A
