Teherán/EFE
El ministro iraní del Interior, Mustafa Mohamad Nayar, insistió ayer en que las fuerzas de Seguridad harán frente a las protestas en el país, que el régimen califica de ilegales.
La advertencia se produjo 24 horas antes de una nueva jornada de movilización convocada por la oposición reformista, que ya salió a la calle el pasado lunes tras meses de silencio.
“El Ministerio del Interior hará frente a los secesionistas y a los líderes de la sedición de acuerdo con las leyes” de la República Islámica, afirmó Nayar, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias local Fars.
El ministro también repitió la acusación de que las manifestaciones están planeadas y espoleadas por países occidentales como Estados Unidos, que se apoyan en grupos de oposición iraní en el exilio.
“El movimiento secesionista tiene un patrón triangular construido a través de la colaboración de los terroristas del grupo Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), los monárquicos y otras organizaciones ilegales con el objetivo de vengarse de la nación iraní”, apostilló.
Irán es escenario de protestas desde que en junio de 2009 la denominada oposición reformista denunciara como fraudulenta la reelección del presidente del país, Mahmud Ahmadineyad.
La oposición iraní retomó el lunes la calle tras meses silenciada con una manifestación de apoyo a los alzamientos del norte de África, que fue ilegalizada por las autoridades y reprimida por las fuerzas de Seguridad.
Los grupos opositores denunciaron que la Policía utilizó gases lacrimógenos y munición de fogueo para dispersar a los congregados, que gritaron consignas en contra del régimen iraní y en favor de Egipto y Túnez.
La oposición acusó, igualmente, al régimen iraní de “hipocresía”, ya que ha apoyado las manifestaciones populares en Túnez y Egipto, pero impide las que convocan los opositores.
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